El perfil de la Liga de Béisbol Profesional de Puerto Rico (Lbprc) y de la pelota que se juega en la isla desde inicios del siglo 20 quedará grandemente beneficiado con la inclusión de los peloteros de las ligas negras como jugadores de Major League Baseball (MLB), debido a los grandes nombres del circuito compuesto por afroamericanos que vieron acción en Puerto Rico.

Las repercusiones de incluir a los jugadores de las ligas negras son tan significativas que, al parecer, Hiram Bithorn ya no será el primer puertorriqueño en haber jugador en las Grandes Ligas, sino cerca de otros 20 boricuas que habían participado en la pelota de las llamadas ‘Negro Leagues’ cuando Bithorn era un niño, entre ellos, el cayeyano José ‘Gacho’ Torres.

Relacionadas

“Esto cambia muchas cosas. Cambia la historia del béisbol en Puerto Rico”, dijo Jorge Colón Delgado, historiador e investigador de béisbol, y apasionado conocedor de las ligas negras. “Esos jugadores tienen ahora su lugar, el que el racismo les prohibió por muchos años cuando tenían la misma calidad, o más, que algunos jugadores en las Grandes Ligas”.

En cuanto a la isla, recordó que en una época jugaron pelota en Puerto Rico figuras inolvidables como Satchel Paige, Joshua Gibson y hasta Leon Day, pelotero que pidió al entrar al Salón de la Fama de Cooperstown, hacerlo con la gorra de los Tiburones de Aguadilla.

Pero hubo otros que dejaron una huella imborrable en la pelota invernal local como Willard Brown, Raymond Brown, Roy Campanella, Bob Thurman, Buck Leonard, Luke Easter, Jud Wilson y hasta el legendario Willie Mays.

Unos llegaron a jugar en las Mayores. A otros nunca se les permitió.

“Esta decisión no solo aumenta el perfil de la liga, sino que pone de manifiesto el apoyo que se le dio en Puerto Rico a esos jugadores. Willard Brown, por ejemplo, fue invitado a La Fortaleza. El gobernador de Kansas City nunca lo invitó a nada. Tratábamos a esta gente como reyes. Jackie Robinson vino a la Isla y fue invitado a La Fortaleza por Luis Muñoz Marín y se quedaba en el Caribe Hilton”.

Por eso Willard Brown, Thurman y varios otros venían año tras año. Porque aquí podían salir con cualquier persona, entrar a cualquier sitio, y a los sitios que iban la gente les pagaba todo. Eran reyes. Esa es una de las partes bonitas del béisbol nuestro”, recordó Colón Delgado.