Un pelotero que ha cargado en dos ocasiones con el premio de Jugador Más Valioso, posee dos títulos de cuadrangulares, y además está a la par con otras legendarias figuras en algunos departamentos ofensivos, ¿tendrá las credenciales suficientes para ser un miembro del Salón de la Fama de Béisbol?

Para la mayoría de los entendidos, la respuesta sería afirmativa. Sin embargo, ése no es el caso del ex guardabosque boricua Juan “Igor” González.

El vegabajeño apareció este año por segunda ocasión seguida en la boleta de candidatos a ingresar en el Recinto de Inmortales, pero apenas recibió el cuatro por ciento de los votos por los cronistas de la Asociación de Escritores de Béisbol de América (BBWAA, por su siglas en inglés) y le troncharon –por el momento– su entrada a Cooperstown.

González fue un jardinero cuya ofensiva era de las mejores en su época. Pese a que nunca se le pudo probar nada, su supuesto vínculo con los esteroides le está pasando factura y mancha lo que a todas luces fue una gran carrera en las Mayores.

“A Igor lo penalizaron (los de la BBWAA). Él fue un bateador derecho poderoso. Yo esperaba que se mantuviera en la papeleta”, señaló el historiador deportivo Jorge Colón Delgado.

Al obtener menos del cinco por ciento del escrutinio de los periodistas, González quedó fuera de consideración para entrar al Recinto de los Inmortales por medio de la opinión de los miembros de la BBWAA.

Ahora, su única opción para tener su placa en Cooperstown será a través del Comité de Veteranos, pero tendrá que esperar, como mínimo, hasta el 2026 para saber si será considerado por sus colegas.

Colón Delgado entiende que González podría tener su oportunidad en ese proceso, ya que “el Comité de Veteranos ha elegido peloteros que no comparan (estadísticamente con Igor)”.

Sombras a su legado

La carrera del toletero vegabajeño parecía encaminada al éxito rotundo hasta que fue vinculado al alegado uso de esteroides.

En el 2001 la seguridad del aeropuerto de Toronto, interceptó un bulto que, supuestamente, contenía varias jeringuillas y ampollas de lo que presuntamente eran anabólicos. El bulto alegadamente pertenecía al entrenador personal de González en aquel entonces, Ángel “Nao” Presinal, personaje que actualmente está vetado por las Mayores por su supuesto vínculo a las sustancias para mejorar el rendimiento.

La situación empeoró en el 2004 cuando el ex pelotero y ex compañero de González en los Vigilantes de Texas José Canceco publicó un libro en el que acusaba a varios jugadores de usar esteroides y, entre ellos, mencionó al boricua.

Varios años después, su nombre fue incluido en el informe que presentó el ex senador George Mitchell a pedidos de la Major League Baseball y que vinculó a muchos jugadores de su época con el uso de esteroides.

Sin embargo, nunca se probó fuera de toda duda que González, en efecto, haya usado algún tipo de sustancia para mejorar su rendimiento.

Aún así , su mera mención y el hecho de que buena parte de los cronistas de hoy día utilicen ese argumento para sopesar su opinión en cuanto si un ex jugador debe ser inmortalizado o no, dejó al ex toletero puertorriqueño fuera de consideración futura, a pesar de que los nombres de este año no eran tan fuertes como en ocasiones anteriores.

“La papeleta era una débil. Pensaba que Igor iba a aumentar su por ciento. Me sorprendió que se quedara fuera”, dijo Colón Delgado.

Tiene credenciales de inmortal

En base a las estadísticas y comparando con ex jardineros, González tiene mejores números que algunos que ya están en Cooperstown.

“Igor puso números para estar orgulloso. Ganó dos premios de Jugador Más Valioso, tuvo siete temporadas de 30 o más jonrones y ocho de 100 o más empujadas”, señaló el historiador.

De hecho, González es, junto a Frank Robinson y Roger Marris, los únicos jardineros derechos en ganar dos premios al Jugador Más Valioso en la historia.

Además, es el segundo en la historia en ratio de cuadrangulares por turnos al bate (uno por cada 15.11 turnos), sólo superado por el mítico Babe Ruth (uno por cada 11.76 turnos).

Pero, en una época que los cronistas están “castigando” a los que son relacionados con esteroides, las opciones de “Igor” se desvanecieron el lunes.

“Igor vino en un mal momento. Algunos periodistas solamente hacen caso a rumores”, comentó Delgado, quien entiende que si González no hubiese sido señalado por el alegado uso de esteroides, en algún momento de su elegibilidad iba a entrar a Cooperstown por medio del escrutinio de los cronistas.

“Hay buenos periodistas, están los que no hacen su asignación y otros que dejan la boleta en blanco”, expresó Colón Delgado sobre lo subjetivo del proceso.

“El año que viene vamos a saber cómo (los periodistas) van a bregar con el caso de Barry Bonds (elegible desde el 2013), quien es uno de los mejores”, dijo Colón Delgado al recordar que tanto Bonds, Sammy Sosa y Roger Clemens fueron de igual manera señalados por uso de esteroides y el próximo año hacen su debut en la boleta.

Pero lo que no queda duda es que González puso los números para, por lo menos, mantenerse en la consideración de los votantes, y el hecho de que pueda entrar por el Comité de Veteranos en nada le resta a lo que hizo en su carrera.

“(El señalamiento por uso de esteroides) no mancha su carrera. (Igor) es un hall of famer como cualquiera”, señaló Colón Delgado.