La mañana transcurría con total normalidad para el lanzador José Orlando Berríos en otro viaje a Buffalo para enfrentar a los Bisons en otra jornada  de la International League (Triple A).  Sin embargo, en un segundo  todo cambió para el principal prospecto del béisbol boricua en Liga Menor, cuando, en el camino,  recibió la noticia que tanto había esperado desde hace poco más de un año. 

Los Mellizos de Minnesota le  notificaron al serpentinero boricua  que debía  tomar sus pertenencias para ir al aeropuerto porque tenía en sus manos las llaves de las puertas de las Grandes Ligas,  y que  lo que le separaba de su debut eran poco más de 24 horas.

“Lo que siento es una felicidad que no puedo describir. Son tantas las cosas que pasan por mi cabeza a cada instante”,  relató Berríos a Primera Hora, vía telefónica,  mientras hacía una escala en Chicago. 

Berríos fue ascendido ayer junto al   jugador del cuadro dominicano, Jorge Polanco, ante  la salida de   los derechos Ervin Santana  y Kyle Gibson, quienes entraron a la lista de lesionados de 15 días.

“Pienso en todo lo que he trabajado para seguir adelante. En todo lo que he sacrificado. En el apoyo incondicional  que me ha dado mi familia en toda la travesía hasta llegar aquí”, sostuvo Berríos, quien fue seleccionado en la primera ronda del Sorteo de Novatos de las Grandes Ligas en el 2012.

Jugar en la Gran Carpa fue su norte desde pequeño y,  después   cuatro temporadas y un mes  en las Ligas Menores, puede decir que  comienza a cumplir su sueño. 

Para llegar a este punto de su carrera, Berríos se ha sometido por los pasados años a un  estricto programa de entrenamiento  y  ha superado la decepción de haber sido descartado  a pesar de que todo apuntaba a que estaba listo para hacerlo desde mediados del año pasado. 

“Pensaba que   iba a hacer el equipo a principio de año, pero no sucedió. Sentí un poco de disgusto por la situación, pero  hay decisiones que no están en mis manos. Trabajé  más fuerte   en Triple A porque siempre supe que este sería el año”,  confesó Berríos.

El derecho lució impecable  en  las tres aperturas que realizó con los Red Wings de Rochester, filial de Triple  A de los Mellizos. Acumuló récord de 2-0 y una ERA de 1.59 en 17 entradas, en las que permitió tres carreras, dos de ellas limpias, y ponchó a 20 bateadores. 

El bayamonés abrirá el partido de esta noche, a las 8:10 p.m.,  ante Francisco Lindor y los Indios de Cleveland en el Target Field de Minnesota. 

Tan pronto lance la primera bola se convertirá en  el jugador  puertorriqueño número 317 en debutar en las Grandes Ligas. De paso, se convertirá  en el decimocuarto boricua en debutar con 21 años o menos según el historiador Jossie Alvarado.

“Voy con el plan de trabajo que me ha acompañado en cada salida. Treparme allí a  hacer mi trabajo  lanzando strikes y a divertirme en todo momento”, señaló Berríos, quien  recibirá el apoyo  en las gradas de las personas más importantes en su vida: su madre, Magaly Torres; su padre, Ángel Berríos, quien en su tiempo firmó como pelotero profesional pero vio su carrera tronchada por una lesión; su  hermano, Ángel Jr.; su esposa, Jannielis Márquez; y su pequeña Valentina.  

También suben a René Rivera 

Los Mets de Nueva York  ascendieron ayer  al receptor René Rivera luego de colocar en la lista de lesionados a Travis D’Arnaud. 

Rivera, de 32 años, firmó  un contrato de liga menor con los Mets luego de haber sido dejado en libertad por los Rays de Tampa Bay al inicio de la campaña. 

En siete temporadas en las Grandes Ligas tiene promedio de bateo de .211 con 20 HR y 32 RBI en 334 juegos.