Houston. De los cinco jugadores puertorriqueños que estuvieron activos en la concluida Serie de Campeonato de la Liga Americana, que dominaron los Astros de Houston 3-2 para pasar a la Serie Mundial, el patrullero central de los Red Sox de Boston, Kike Hernández, fue el más destacado en términos individuales.

Los demás tuvieron momentos protagónicos en uno que otro momento, pero Hernández fue el más consistente de todos y aun cuando el pitcheo de Houston dominó a toda la alineación de los Red Sox en la segunda mitad de la serie, el polifacético jugador defensivo solo se fue en blanco con el bate en un juego.

A continuación la actuación de los boricuas en números:

Kike Hernández

6 juegos, .385 (10 hits en 26 turnos), 3 HR, 3 CE, 4 CA

En seis juegos Hernández conectó 10 imparables para ser el mejor entre los puertorriqueños en esa Serie de Campeonato, y en general terminó con la segunda mayor cantidad empatado con el primera base cubano de los Astros, Yuli Gurriel. Solo el cubano Yordan Álvarez, también de Houston, terminó con más imparables (12).

Kike promedió .385 en 26 turnos en el plato y de sus 10 hits, la mitad fueron extrabases, incluyendo tres cuadrangulares. Tuvo un juego de dos jonrones, el primero, y sumó su tercero en el siguiente encuentro, ayudando en la victoria de los Red Sox que empató 1-1 la serie. Anotó además cuatro veces y también conectó un doble y un triple.

Su actuación completa en los playoffs, sus primeros con Boston, estuvo magistral, con un total de 20 hits y promedio de .408 con cinco cuadrangulares y nueve remolcadas. Entre la serie divisional y la de campeonato, tuvo siete juegos corridos bateando de hit.

Carlos Correa

6 juegos, .250 (24-6), 1 HR, 1 CE, 5 CA

Aunque su ofensiva no fue la mejor de su equipo de los Astros, tuvo su aporte en el primer juego de la serie conectando un crucial cuadrangular que quebró un empate a 3-3 en la séptima entrada, en ruta a la victoria 5-4. Pero el estelar campocorto lució a la defensiva con su guante, particularmente en los últimos dos juegos con varias dobles matanzas junto a su compañero segunda base José Altuve. Para recordar será la jugada de la séptima entrada del sexto y último partido, en que se combinó con el catcher boricua Martín Maldonado, quien puso su fusil en segunda base y Correa cubrió tocando hábilmente al corredor en intento de robo, Alex Verdugo.

Christian Arroyo

6 juegos, .211 (19-4), 1 HR, 3 CE, 3 CA

El segunda base de ascendencia boricua, de los Red Sox, no fue un factor ofensivo mayor en la serie, aunque sí tuvo un instante de brillo con un cuadrangular de dos carreras para aportar al despiadado ataque de 12 anotaciones y 11 indiscutibles de los Red Sox en el tercer juego, que terminó con una aplastante y humillante derrota 12-3 para los Astros. El batazo de cuatro esquinas de Arroyo se produjo en la tercera entrada, dándole ventaja a Boston de 9-0.

Christian Vázquez

6 juegos, .200 (15-3), 2 CE, 2 CA

La mayor aportación del receptor estuvo llevando el pitcheo en la primera mitad de la serie, en que Houston fue limitado a solo 13 carreras mientras Boston anotaba 25. A la ofensiva su mejor momento fue en el tercer encuentro con un cuadrangular solitario en la tercera entrada que le dio ventaja a Boston 7-0, justo antes del cañonazo de dos vueltas de Arroyo.

Martín Maldonado

6 juegos, .071 (14-1)

Con un solo hit, que no llegó hasta el último juego de la serie, no faltaron preguntas de la prensa de Estados Unidos hacia el dirigente de los Astros, Dusty Baker, en torno a si el naguabeño debía estar detrás de la goma, particularmente después que en los primeros tres juegos el bateo de Houston fue limitado, y el otro receptor de los Astros, Jason Castro, había tenido éxito en algunos turnos como emergente. Concluida la serie, Maldonado recibió elogios tanto de Baker como del dirigente rival de Boston, Alex Cora, por marcar la diferencia llevando el pitcheo de los Astros, que estuvo insuperable en los últimos tres juegos, permitiendo solo tres carreras en las últimas 27 entradas, y apenas 10 hits.

Aparte de eso, para que no quedaran dudas, protagonizó la jugada defensiva de toda la serie, fusilando con un cañonazo hacia la intermedia al corredor de Boston Alex Verdugo, quien salió al robo de la base en la séptima entrada del sexto juego, cuando la ventaja de Houston era de solo 2-0.