Los Leones vuelven a rugir en el Sureste: “Se pudo con todas las probabilidades en contra”
El boleto de Patillas al Carnaval de Campeones del Béisbol Doble A es el primero después de 15 años.

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Después de 15 años de espera y varias temporadas sin un estadio propio tras el embate del huracán María en 2017, los Leones de Patillas volvieron a reinar en la sección Sureste de la Liga de Béisbol Superior Doble A.
La gesta, a su vez, marca un punto de inflación del proyecto de su apoderado, Emmanuelli Algarín, quien tomó las riendas del equipo previo a la campaña del 2022.
“Después de todas las dificultades, poder llevar a Patillas a un campeonato (de sección), me llena de satisfacción a mí, a los jugadores y al cuerpo técnico”, compartió Algarín a Primera Hora a través de una llamada vía telefónica.
Los Leones consiguieron el boleto al Carnaval de Campeones tras eliminar en cinco duelos a los Grises de Humacao. Su última aparición en dicha fase fue en el 2010 cuando cayeron en la final nacional ante los Cariduros de Fajardo.
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Dirigidos por Félix “Picor” Santana desafiaron un cuerpo de lanzadores de Humacao, que venía de sacar de carrera a los subcampeones Azucareros de Yabucoa en la semifinal del Sureste.
“Las debilidades que siempre el equipo había tenido, que era el cuerpo monticular y la defensa, este año se mejoró sustancialmente“, agregó Algarín.
Patillas concluyó la fase regular en el segundo puesto de la sección con marca de 15-5. Eliminó a los Samaritanos de San Lorenzo en cuatro encuentros.
A lo largo de toda la campaña, incluyendo la final de sección, Reymond Fuentes lideró la ofensiva patillense. Frente a Humacao, bateó .421, con ocho imparables, tres carreras y otras cuatro remolcadas.
Los Leones tuvieron un promedio colectivo de .277 ante los Grises. Su efectividad fue de 2.88, comandada por la labor de Sidney Duprey, en cuanto a entradas lanzadas.
Duprey, quien se agenció una de las victorias de la serie, abanicó a 15 en 16 capítulos. Registró una era de 2.25 al permitir cuatro anotaciones.
“El mensaje cuando ganamos fue que se pudo porque con todas las dificultades que teníamos no nos daban. Cada año que he estado en los mejores equipos de la liga, me seguían bajando en el top…”.
“Nos decían que íbamos a perder la serie porque no teníamos pitcheo suficiente, que el bateo de nosotros no iba a poder con el cuerpo monticular de Humacao y al final se pudo. Se pudo sin parque, se pudo con todas las probabilidades en contra, se pudo” añadió.
La mentalidad de “Picor”
Una de las decisiones más acertadas del año, precisó Algarín, fue la contratación de Santana como dirigente. Aseguró que su filosofía del juego rápido y pequeño encajó con su mentalidad.
“Esa es una de las razones por la cual lo contraté este año. Cuando lo entrevisté, nos hizo un análisis del equipo del año pasado, de todos los jugadores que dejamos en base, las carreras que anotamos. Así que a él le gusta ese tipo de juego, a mí también y esa fue la diferencia. Se robó base, se tocaba cuando había que tocar. Cada cual tenía su rol específico y lo cumplieron”, dijo.
Algarín describió que “Picor” y el cuerpo técnico completo aporta no solo dentro del terreno, sino afuera también.
Santana quedó en el cuarto puesto en la votación para el premio del Dirigente del Año.
Ahora, la mirada está puesta en consagrarse campeones de Puerto Rico. “Hay que saber cómo administrarse y cómo atacar a cada equipo que no lo hemos visto. Los muchachos querían pasar el peaje, y lo que resta es ejecutar porque ahora vamos a pasarla bien en estas próximas semanas”, mencionó el apoderado.
El Carnaval de Campeones está programado para comenzar el viernes, 4 de julio.
“Eso está lejos”
El camino del apoderado hacia Patillas no fue directo. Su intención original era formar un equipo en su natal Caguas, pero al enterarse de que el pueblo ya estaba gestionando una franquicia, evaluó otras opciones.
Aguas Buenas fue otro municipio, que por su cercanía con Caguas, consideró. No obstante, recibió la llamada de la alcaldesa de Patillas, Maritza Sánchez Neris, y asumió las riendas de la novena, que estaba a cargo de la Federación de Béisbol de Puerto Rico.
“Dije, 'wow, eso está bien lejos’, pero después, cuando empecé a ver el róster del equipo y el potencial que había en ese entonces, yo dije está bien. Tengo un equipo ya montado y es bueno. Vamos a meter mano”, contó.
Sin embargo, en su primer año, los Leones llegaron a la final seccional, pero cayó contra los Azucareros de Yabucoa. Asimismo, en 2023 perdió en la misma etapa ante los Grises.
Para la pasada campaña, quedó fuera de la postemporada.
Algarín entendió que el equipo requería ciertos ajustes.
“Cuando después (de la eliminación en 2022) con la cabeza fría, miré el equipo y dije, ‘hay que mejorar ciertas cosas’ y ciertas cosas fue que hice muchos cambios de jugadores para poder tener una nueva mentalidad en el equipo”, aseveró.
Para Algarín, el reto fue construir una plantilla competitiva a pesar de la limitada producción de talento local.
“Sabemos que Patillas no produce tantos jugadores como por ejemplo el pueblo de Yabucoa. Nosotros en el equipo de Patillas, los que produce el pueblo, hay que complementarlos con muchos de afuera, que eso también es un reto porque Patillas es lejos”.