Nueva York. Keith Hernández se sorprendió el martes, cuando Steve Cohen, el dueño de los Mets, le llamó sin previo aviso. A lo largo 10 minutos, se fue relajando, mientras charlaba sobre los cambios realizados por el equipo de Nueva York para la próxima campaña.

“Entonces él me dijo: ‘Ésa no es la razón por la que te llamé’. Y me soltó la bomba”, relató Hernández. “Me tomó completamente por sorpresa”.

Capitán y comentarista adorado en Queens durante casi cuatro décadas, Hernández recibirá honores con el retiro de su número 17 por parte de los Mets antes del juego del 9 de julio, ante Miami.

El club anunció la decisión el martes, poco después de que Cohen llamó a Hernández, de 68 años, para avisarle.

“Yo no tenía idea”, dijo Hernández el miércoles. “Ahora sólo trato de disfrutarlo y de pensar que me siento muy honrado. Es el mayor honor que una organización puede rendir a un jugador”.

Hernández será el cuarto pelotero de los Mets cuyo número sea retirado. Su número 17 se exhibirá junto al 14 de Tom Seaver, el 31 de Mike Piazza y el 36 de Jerry Koosman en el Citi Field.

El número de Koosman fue retirado en agosto. Se han hecho homenajes semejantes con los números de dos managers: Gil Hodges (14) y Casey Stengel (37).

“¿Saben, cuando era niño era como todos los demás, iba a los juegos de béisbol y a algunos parques donde veía los nombres de algunos pegados en la barda”, dijo Hernández. “Es increíble”.

Hernández ingresó en el Salón de la Fama de los Mets en 1997 y se unió también al recinto de los Cardenales de San Luis el año pasado. Es segundo en la historia de los Mets con un promedio de .297 y ganó seis de sus 11 Guantes de Oro con Nueva York.

Originario del área de la Bahía de San Francisco, Hernández ayudó a que los Mets conquistaran la Serie Mundial de 1986 y fue nombrado el primer capitán de la franquicia al año siguiente por el manager Davey Johnson.

Favorito de los fanáticos, apareció en la televisión con frecuencia, incluso en la serie “Seinfeld”. En 1999 se unió a las transmisiones de los Mets y ganó tres premios Emmy como el mejor analista deportivo.

“Simplemente aportó una cultura ganadora”, dijo su excompañero y actual colega en la TV Ron Darling.