El estado del tobillo de Carlos Correa y el impacto que tuvo en su reciente contrato, y el que podría tener en el futuro, siguen siendo la comidilla en algunos círculos del béisbol de las Grandes Ligas.

En días recientes el periodista del New York Post, Jon Heyman, publicó en una nota en dicho diario las alegadas declaraciones de un médico, al que no identificó, en las que el galeno supuestamente le sugirió que el tobillo de Correa “era el peor que haya visto”.

Las negociaciones contractuales del santaisabelino incluyeron un drama tal vez nunca antes visto en el que dos equipos, los Giants de San Francisco y los Mets de Nueva York, anunciaron acuerdos con el boricua que luego se hicieron agua por asuntos no revelados pero ligados al tema de su tobillo.

Correa le dijo a The Athletic que le sorprendió mucho que su tobillo se convirtiese en un tema capaz de descarrilar dos negociaciones de cientos de millones de dólares.

“Otros especialistas de tobillo nos vieron y nos dijeron que todo iba a estar bien. Ortopedas que me conocen, incluyendo el que me hizo la operación”, le dijo al medio. “Ellos revisaron la funcionalidad del tobillo, la manera en que el tobillo ha estado durante los pasados ocho años. He jugado a un nivel elite y mi movimiento nunca se ha visto afectado”.

Un detalle que agregó el boricua es que, según le dijo a The Athletic, “el médico que nunca me había tocado, nunca me había visto y nunca me había hecho una prueba, fue el que dijo que el tobillo no estaba bien”.

Correa agregó que el mismo especialista de tobillo que usaron los Giants de San Francisco y que levantó bandera sobre el contrato de $350 millones que le ofreció la organización fue el mismo que utilizaron los Mets para evaluarlo en su oferta de $315 millones: el destacado cirujano de tobillo Robert Anderson.

“Los Giants usaron un especialista de tobillo que no me dio el visto bueno. Luego los Mets usaron el mismo especialista, que obviamente no me iba a dar el visto bueno. Ya le había dado una opinión sobre mi tobillo a otra organización. No iba a cambiar eso. Iba a sostener sus palabras y su opinión, por supuesto, porque eso es lo que él creía”.

Según el Post, el médico de la organización de los Mets, Mark Drakos, consultó a Anderson, cuya pésima opinión sobre el tobillo del campocorto provocó que los Giants retiraran su oferta original.

Los Mets también retiraron su oferta original antes de que Correa firmara con los Twins de Minnesota un pacto de seis años y $200 millones.

En junio del 2014, cuando jugaba en las menores a nivel de clase A fuerte en el sistema de los Astros, Correa se fracturó la fíbula del tobillo derecho y sufrió un daño menor a un ligamento de esa zona al deslizarse durante un partido.

Este fue operado para insertarle una placa en el tobillo, todo antes de que debutara en las Grandes Ligas el 8 de junio de 2015. En esa temporada se ganó el premio al Novato del Año de la Americana.

De hecho, todo lo que ha conseguido Correa en su carrera en las Grandes Ligas ha surgido luego de la operación y con la placa en el tobillo.