DORADO. A penas de escuchó el nombre de Edgar Martínez por una pantalla gigante, el ambiente en su barrio explotó al punto de que pocos escucharon el por ciento de votos que recibió el pelotero boricua para entrar al Salón de la Fama.

Qué importa el por ciento. Lo importante fue el nombre que escucharon.

Varias centenas brincaron de alegría, entre esos la primera figura doña María Cristina Salgado, madre de Edgar.

“Se siente muy bien, emocionada. Hay sentimientos encontrados. Sé que esto estaba planificado por el Señor. Él se lo merecía”, dijo doña Salgado, quien agregó que esperaba la llamada de su hijo para felicitarlos por el merecido reconocimiento y decirle que lo amaba.

“Ha sido buen hijo, buen esposo. Se lo merecía. Lo amamos. ¿Él es el querendón de dónde? De Maguayo”, agregó Salgado.

“Te veo pronto”, le dijo a su hijo desde la distancia.

Martínez recibió el 85.4 por ciento de los votos para entrar al Salón de la Fama. El año pasado, en el penúltimo año de elegibilidad, Martínez se quedó corto con 70.4 por ciento.

Martínez se convirtió en el quinto boricua en ser exaltado al Salón de la Fama luego de Roberto Clemente (1973), Orlando ‘Peruchín’ Cepeda (1999), Roberto Alomar (2011) e Iván Rodríguez (2017).

La espera terminó para Martínez, a quien muchos consideraban en su barrio que debió haber sido electo mucho antes de su décima y última oportunidad en las papeletas que llenan y firman los miembros de la Asociación de Escritores de Béisbol de Estados Unidos.

“Es increíble. Se nota que Edgar tuvo que convencer a muchos periodistas en el último año. Es un número excelentísimo. Estaba pasado de tiempo. Pero vamos a olvidarnos de esos y vamos a celebrar”, dijo la figura del béisbol boricua, el dirigente Mako Oliveras.

Centenas de personas se reunieron en la cancha Neftalí Báez Canino de Maguayo en ambiente mucho más positivo y preparado que en el año pasado, cuando los meses post María limitaron los visitantes y los recursos para transmitir en vivo el mismo programa que nombró a Martínez al Salón de la Fama.

“La diferencia grande es que a este tiempo estaba en un 77-78 por ciento en las votaciones. Ahora tiene un 90, y eso es mucho que decir”, dijo Ricardo del Valle.

Música en vivo, cantinas, neveritas, cartelones acompañaron la fiesta de pueblo que se formó en la cancha, en donde los presentes se olvidaron de los otros exaltados, como el panameño Mariano Rivera, para comenzar la fiesta.

Desde Dorado, su madre, Cristina Salgado Rivera, celebró la exaltación.

El próximo tema aquí es, ¿cuándo van a recibir en Maguayo, a su número 11, y miembro del Salón de la Fama?

Martínez, quien reside en Seattle, tiene que cumplir con varios compromisos con el Salón antes de venir a Puerto Rico y visitar a Maguayo en Dorado.

Su llegada a Puerto Rico podría ser en la primera semana de febrero, cuando estaría atendido primero por el gobierno central y luego por Maguayo, dijo el primo de Martínez, Carlos Rivera.

“Él tiene que estar el 11 de febrero en los campamentos de Seattle. Debe estar aquí en la primera semana de febrero. Tres días luego de que lo tenga el gobierno central, lo tendremos en Maguayo para una fiesta de pueblo”, dijo Rivera.

El alcalde Dorado, Carlos López, invitó a los presentes doradeños a recibir a Martínez cuando llegue desde Estados Unidos al aeropuerto Luis Muñoz Marín.

Quieren a Yadier también

En Maguayo, ahora la espera no solamente es para recibir a Martínez. Aquí esta noche también se espera por el próximo pelotero doradeño que uniría al pueblo con otro anunció del Salón de la Fama.

Naturalmente, el nombre que aquí se mencionó como el próximo doradeño que les puede traer alegría es el receptor de los Cardenales, Yadier Molina, quien ha dicho que se retirará del béisbol en dos años. Si es así, Molina sería elegible para el Salón en el 2025.

“Yadier Molina es otro de los héroes de nuestra Isla y de Dorado que ha llevado el nombre de nuestro pueblo en alto. Esperamos que sea exaltado cuando llegue el tiempo”, dijo el doradeño Eric Álamo

Mientras, los doradeños esperaban en la cancha bajo techo de este barrio por el anuncio de Martínez, en el parque contiguo José Sánchez padre e hijo aprovechan la espera para pulir las destrezas del béisbol.

Sánchez, hijo, es tercera base y cuarto bate en una liga fuera de Dorado y quieren aprovechar el tiempo para ser como el tercera base de Maguayo que se convirtió en el mejor bateador designado de la Liga Americana.

“Quiero ser como Edgar y estoy practicando para ser mejor cada día”, dijo el joven de 14 años.