Con la noticia de ayer de que el comisionado Rob Manfred le pidió a la Asociación de Peloteros (MLBPA) que renunciara a sus derechos de presentar pleitos legales o no habría béisbol en el 2020, las esperanzas de que la campaña de MLB de este año se juegue llegaron a su punto más oscuro hasta el momento.

Según The Associated Press. MLB informó al sindicato que anunciaría un calendario y una fecha para la reanudación del campo primaveral una vez que la unión acceda a renunciar a las acusaciones de que las Grandes Ligas violó el acuerdo del 26 de marzo entre ambas partes, o si el sindicato accedía a un procedimiento de resolución expedita de quejas. MLB dijo que de no alcanzarse una resolución, la disputa seguiría siendo un impedimento para la reanudación de los encuentros.

El daño que provocan al deporte eventos como cierres patronales y huelgas ha sido ampliamente visto a lo largo de décadas , y su efecto mayor ha sido la apatía de la fiel fanaticada que compraba los boletos y abarrotaba los estadios para apoyar ese deporte.

La NFL ha tenido seis cierres patronales (lockout) y huelgas, la más reciente en 2011. En ese año también la NBA tuvo un cierre, además de problemas similares en 1995, 1996, 1998 y 1999. Hasta la NHL perdió la campaña del 2004-05 por una disputa laboral.

Aunque MLB es la liga que más tiempo lleva sin conflictos laborales que afecten la temporada, ha tenido en su historia cinco huelgas y tres ‘lockouts’ en su historia, y de la más reciente, la de 1994, un evento que ayudó a MLB a recuperarse lo fue la batalla de cuadrangulares escenificada por los toleteros Mark McGwire y Sammy Sosa, en un verano que es recordado por algunos como legendario.

El domingo la telecadena ESPN estrenó su documental sobre McGwire y Sosa, titulado ‘Long Gone Summer’ y como el toletero de los Cardenales de San Luis y su contraparte de los Cachorros de Chicago se enfrascaron en un duelo de jonrones que los llevó a ambos a romper la marca de más jonrones en una temporada, la que por décadas estuvo vigente luego de que Roger Maris quebrara una de las sagradas marcas de Babe Ruth al pegar 61 jonrones en el 1961.

“Me siento confiado de que ese documental va a cambiar la manera de pensar de muchas personas. Espero que haga eso. Y espero que me abra más puertas para continuar viviendo mi vida”, le dijo Sosa a ESPN Radio.

Según informes de CNN, los equipos de MLB perdieron alrededor de 20% de su asistencia a los estadios por fanáticos enojados con la decisión de la liga de paralizar la temporada de 1994 en agosto, cancelando toda la postemporada, incluyendo la Serie Mundial.

La asistencia aumentó en números alrededor de 4% y 5% cada año hasta que McGwire y Sosa, a palo limpio, se retaron hasta el mes de septiembre de 1998, cuando ambos rebasaron los 60 jonrones de Ruth y los 61 de Maris, finalizando Sosa con 66 y McGwire con 70.

La batalla de largo metraje consiguió electrificar al público estadounidense y colocar el béisbol de vuelta en boca de todos, y el cuadrangular volvió a reinar con los 20 que Sosa disparó durante el mes de junio de 1998.

Claro está, lo sensacional de la historia, que además tuvo a Ken Griffey Jr. con 56 jonrones y a Greg Vaughn con 50, o sea, cuatro jugadores con más de 50 vuelacercas, fue quedando en la oscuridad primero por los 73 bambinazos que sacudió Barry Bonds en la campaña del 2001, estableciendo una marca, y luego por las investigaciones sobre el uso de sustancias para mejorar el rendimiento.

Aunque Sosa nunca ha admitido haberlas usado, McGwire lo hizo en el 2010, incluyendo la mágica temporada de 1998, lo que le restó lustre a ese episodio.

Quizás sea algo sensacional, como una batalla de jonrones, lo que Major League Baseball vuelva a necesitar luego de los eventos del 2020, que parecen cada vez más conducir al triste desenlace de una nueva cancelación de la temporada.

¿O necesitará más?