Inmersos ya en la segunda semana del nuevo año y en el día 42 del cierre patronal que mantiene paralizado el mundo del béisbol, y entre otras cosas a Carlos Correa sin un nuevo contrato, no hay noticias sobre avances en las negociaciones conducentes al establecimiento de un nuevo convenio colectivo entre Major League Baseball y la Asociación de Jugadores de las Grandes Ligas.

Tal y como están las cosas, quedan literalmente algunos 35 días, más o menos, para que las partes logren salvar sus diferencias sin poner en riesgo el inicio de la temporada, o la temporada completa. Si todo se resolviera, los equipos abrirían sus campos de entrenamientos para mediados de febrero y comenzarían a jugar juegos de pretemporada el día 26. A su vez la campaña del 2022 estaría arrancando el 31 de marzo.

Bueno, ese es el plan, si las partes firman un nuevo convenio colectivo y al momento esa negociación está complicada. Luego de meses de conversaciones previo a que el pasado convenio expirara el 1 de diciembre, las partes no llegaron a un nuevo acuerdo y así MLB ordenó un cierre patronal. Eso tiene a los equipos sin poder ni siquiera comunicarse con sus jugadores bajo contrato, o incluso dar seguimiento a sus jugadores lesionados, mucho menos el poder negociar con agentes libres como Correa.

Lo interesante del caso, no obstante, no es que no llegaran al punto del cierre patronal. Lo que sorprende es que no haya habido avances desde entonces en la negociación. Las partes en su momento dijeron que nada sucedería hasta en enero, pero ya vamos camino a terminar la segunda semana del 2022 y todavía no han existido reuniones ni se han citado a estas. Tan reciente como hoy es que ha trascendido, según publicado por Jeff Passan en Twitter, que este jueves podrían volver a sentarse a negociar.

Esto nos trae a una pregunta obligada: ¿Cuál es el tranque en las conversaciones?

Bueno, no hay una respuesta sencilla. Son varios los problemas que han llevado al béisbol a su primer cierra patronal desde el que vivieron a mediados de la temporada del 1994 y que forzó la cancelación de la conclusión de aquella temporada incluyendo la Serie Mundial y alteró también la cantidad de juegos de la temporada del 1995.

A continuación algunos de los problemas:

Desigualdad competitiva

La Asociación de Jugadores está buscando que el nuevo convenio fuerce de alguna manera a todos los equipos a competir por ganar, lo que debería traducirse en hacer inversiones genuinas en peloteros y por lo tanto en mejores salarios. Precisan que son muchos y muy constantes los equipos que están jugando para perder con miras a lograr recibir futuros turnos en sorteos de nuevo ingreso para construir equipos para competir mañana y no hoy. Advierten que incluso algunos no salen de ese concepto y por lo tanto limitan sus gastos en la firmas de jugadores creando un desbalance competitivo en el béisbol y un desbalance en la repartición de la riqueza que generan por los ingresos de televisión entre los dueños y los jugadores.

Al momento, MLB ha propuesto establecer un presupuesto obligado de inversión de cada equipo para garantizar a los jugadores que cada equipo invertirá dinero, pero la Asociación de Jugadores no desea que el plan sea así porque prevén que sería una especie de tope de nómina que indirectamente supondría el precisar un tope salarial para los jugadores.

Cuando vuelvan a reunirse para hablar de seguro tendrán que ver cómo ingenian un punto que armonice los intereses de ambos lados.

La Asociación de Jugadores lamenta que los salarios mínimos de todos los miembros de su matrícula no hayan subido proporcionalmente a su nivel de juego del modo que se han entregado grandes fortunas como la que los Mets de Nueva York le dieron a Francisco Lindor.
La Asociación de Jugadores lamenta que los salarios mínimos de todos los miembros de su matrícula no hayan subido proporcionalmente a su nivel de juego del modo que se han entregado grandes fortunas como la que los Mets de Nueva York le dieron a Francisco Lindor. (Noah K. Murray)

Disparidad en los salarios

Atado indirectamente a lo anterior, la Asociación de Jugadores ha reclamado que si bien cada día en el béisbol se han entregado históricos contratos como el que firmó Francisco Lindor el año pasado por 10 años y $341 millones, por otro lado los contratos ofrecidos al pelotero de segundo nivel no ha ido en crecimiento. O sea, todos los equipos puede que tenga dos o tres contratos millonarios pero el resto de sus nóminas están cada día más repletas de jugadores que ganan el salario mínimo o incluso por debajo del mínimo, lo que son los salarios de jugadores que aún no han llegado al tercer año en las Mayores o al beneficio de poder acudir a arbitraje salarial. En este sentido, la Asociación de Jugadores está solicitando que todo jugador de Grandes Ligas comience a cobrar el salario mínimo desde el día uno en que llegue a las Grandes Ligas y que su derecho a la agencia libre sea camino a su sexto año en las Grandes Ligas en lugar de a su séptimo como sucedía hasta lo establecido en el pasado convenio. La Asociación de Jugadores incluso ha propuesto innovar en los derechos no en base a los años activos en la pelota mayor sino a la edad del pelotero.

Otros temas económicos en discusión

Lamentablemente los temas económicos no son solos los expuestos arriba. También hay reclamos sobre cómo repartir las ganancias que genera el deporte, sobre cuál debe ser el tope en el que se deba penalizar a un equipo con un impuesto de lujo por sus grandes firmas, o si incluso debe existir esa penalidad, que en esencia se usa para repartir dinero a equipo de menores mercados para que en principio ellos también puedan salir a firmar jugadores. Ese tema del impuesto de lujo posiblemente es lo que detuvo la firma de Carlos Correa, porque definitivamente muchos equipos que podrían estar interesado en el boricua quizás quieren ver cómo se podrían afectar sus finanzas de firmarlo.

Entre los puntos por acordar que no tienen que ver con economía están el expandir aún más el número de equipos que clasifique a la postemporada. Este año, por ejemplo, hubo un juego de dos wild cards por un pase a los playoffs. MLB quisiera expandir aún más juegos de ese  nivel.
Entre los puntos por acordar que no tienen que ver con economía están el expandir aún más el número de equipos que clasifique a la postemporada. Este año, por ejemplo, hubo un juego de dos wild cards por un pase a los playoffs. MLB quisiera expandir aún más juegos de ese nivel. (Charles Krupa)

Y un poco de los demás

Si bien son los asuntos económicos son los que tiene detenidos y previnieron que las partes lograran un acuerdo para un nuevo convenio antes que expirar el pasado, hay otros temas que todavía están sobre la mesa. Algunos de ellos son el establecimiento de una regla para el bateador designado universal, la expansión de equipos que clasifiquen a los playoffs y límites de tiempo entre lanzamientos y entradas como medida para ayudar a acelerar el tiempo de juego.