Edwards Guzmán recuerda haber tenido que dormir más de una semana en el piso porque él y sus compañeros de alquiler dieron el pago inicial para un alquilar un apartamento, pero no les sobró dinero para alquilar muebles ni camas. Tuvieron que esperar a la próxima quincena.

Luis Matos recuerda haber vivido en una casa con media docena de otros peloteros latinos que se acomodaban en el sótano de la casa que compartían, y él, quien era el único que podía manejar, se encargaba de transportarlos a todas partes mientras le sobraban $300 al mes para comer.

En sus primeros años como pelotero profesional en ligas menores, Luis Matos ganaba $600 mensuales durante la temporada. En el off-season no recibía nada de sus equipos en las Mayores.
En sus primeros años como pelotero profesional en ligas menores, Luis Matos ganaba $600 mensuales durante la temporada. En el off-season no recibía nada de sus equipos en las Mayores. (JAMIE SQUIRE)

Dicen que la verdadera prueba para un pelotero profesional saber si de verdad quiere vivir el estilo de vida del béisbol está en la fase de las ligas menores. La cifra de historias de horror y de superación debe ser equivalente a la cantidad de jugadores que alguna vez han pasado por allí, por lo que el nuevo convenio colectivo que duplica los salarios y le da otras protecciones a los peloteros de liga menor es vista como un avance. Tal vez un poco tarde, pero igual es un avance.

“Es positivo porque los jugadores solo van a estar sin un cheque como un mes y medio de todo el año”, manifestó Guzmán, ahora dirigente en la pelota invernal boricua y escucha de los Cubs de Chicago, recordando que en sus tiempos como jugador en liga menor las pagas llegaban solo durante la temporada, lo que no incluía la pretemporada ni las fases de preparación personal en las campañas muertas. “Pero por otro lado hay que tener en cuenta que ahora son menos jugadores. Con la pandemia eliminaron equipos y sacaron como 1,000 jugadores. Luego de este convenio sacaron 450 más. Ya el año pasado se le estaba dando el alojamiento siempre y cuando los jugadores convivieran en apartamentos”.

El pasado 3 de abril los propietarios votaron unánimemente para ratificar un histórico primer convenio colectivo con los peloteros de liga menor. El pacto es de cinco años. Es la primera vez en la historia que sucede. Los jugadores lo habían ratificado una semana antes.

Edwards Guzmán recuerda que debido a la liga invernal boricua, él y otros peloteros boricuas no necesitaron buscarse un empleo adicional durante la temporada muerta como le sucede a mucho pelotero en Estados Unidos, cosa que pudiera cambiar ahora con los nuevos acuerdos entre MLB y la Asociación de Jugadores para los peloteros en las Ligas Menores.
Edwards Guzmán recuerda que debido a la liga invernal boricua, él y otros peloteros boricuas no necesitaron buscarse un empleo adicional durante la temporada muerta como le sucede a mucho pelotero en Estados Unidos, cosa que pudiera cambiar ahora con los nuevos acuerdos entre MLB y la Asociación de Jugadores para los peloteros en las Ligas Menores. (Gary Williams)

Según Major League Baseball, la Major League Baseball Players Association representará a los jugadores de liga menor y el acuerdo es “un esfuerzo por modernizar el desarrollo de jugadores de béisbol, incluyendo un alza en los salarios, alojamiento gratis, instalaciones mejoradas y mejores condiciones en el clubhouse, entre otras cosas”. MLB pretende dejar atrás con el acuerdo la sombra que tenía sobre su imperio acusándole de tener a jugadores en liga menor jugando por salarios de miseria que ni alcanzaban las pagas mínimas del salario mínimo federal.

Bajo el acuerdo, los jugadores de nivel Rookie ganarán entre $20,000 y $29,000; los de Clase A entre $26,000 y $29,000; los de Clase A fuerte entre $27,000 y $34,000; los de AA entre $30,000 y $37,000; y los de AAA entre $36,000 y $42,000.

Antes del pacto, un jugador del nivel Rookie ganaba $4,800 por una temporada; los de Clase A baja y Clase A Alta unos $11,000; los de Doble A unos $13,800 y los de Triple A unos $17,500, salvo que estos fueran unos grandes prospectos que lograran haber negociado unos mejores términos.

De acuerdo con Guzmán, antes el jugador estadounidense terminaba su temporada en las menores y luego se buscaba un trabajo ‘normal’ en un WalMart, Home Depot, en construcción o cosas así.

“Quizás ahora van a tener más tiempo para entrenar y ponerse listos sin la necesidad de buscarse un segundo trabajo. Creo que esa parte es positiva”, dijo Guzmán. “Antes teníamos que meter 10 o 12 jugadores en un apartamento para poder pagarlo. Así que es conveniente. Pienso que los jugadores van a tener que mantener un nivel y van a tener un poquito más de presión. Pero creo que es un gran avance y creo era tiempo que a los jugadores de liga menor se les compensara”, agregó.

Hasta el nuevo convenio, los salarios que recibían peloteros en liga menor eran literalmente por debajo de los salarios mínimos federales. En la foto, durante sus tempranos años como jugadores, Luis Matos, Jesús 'Motorita' Feliciano y Felipe López.
Hasta el nuevo convenio, los salarios que recibían peloteros en liga menor eran literalmente por debajo de los salarios mínimos federales. En la foto, durante sus tempranos años como jugadores, Luis Matos, Jesús 'Motorita' Feliciano y Felipe López. (JOSE RODRIGUEZ)

Guzmán dijo que se considera afortunado porque no tuvo que buscarse un segundo trabajo durante el invierno porque firmó para jugar en la liga invernal de Puerto Rico antes de jugar en Estados Unidos. Siempre se mantuvo jugando pelota invernal y en menores.

“Además no pasé por rookie ni por Clase A media. El primer año jugué Clase A fuerte y comencé a cobrar rápido que se acaba el spring training”.

“Si toda esta discusión llegó hasta aquí, entiendo que va a mejorar poco a poco. Lo que pasa es que pasó mucho tiempo para que mejorara. Cuando yo comencé eran $850 mensuales en la Rookie. Hasta antes de esto eran $1,150 mensual. Me alegro que les hayan dado ese aumento”, afirmó.

En la Rookie, a las manos de Matos llegaban $600 mensuales, y $300 de esos eran para pagar un auto para poder ir al parque. El resto, $300, para comida.

Recordó que el equipo brindaba desayuno y almuerzo, así como una cena temprana justo después del juego, por lo que podría ser a las 3:30 p.m. o 4:00 p.m. así que había que comer algo en la noche otra vez.

Rememoró que en su primer año el equipo proveía hoteles, pero los descontaban de su cheque, y además eran hoteles de paso, de los tipos en los que los camioneros descansan.

“Cuando fui subiendo nos quedábamos con las ‘host families’, que son personas voluntarias en diferentes ciudades que tienen uno o dos cuartos vacíos en la casa y se la ofrecen a algunos peloteros”, contó. “Mientras más rápido subes, que fue lo que me pasó a mí, que llegué a AAA en el cuarto año y ganaba bien poco, es más complicado, porque ya tienes que conseguirlo todo”.

“Uno se las tiene que inventar”

Este admitió que la bonificación que recibió por ser seleccionado en el draft la ahorró, y con ese dinero complementaba sus gastos con el poco dinero que generaba jugando.

“Pero ya habían pasado cuatro años y yo no fui primera o segunda ronda. Yo veía que mis ahorros se estaban acabando y mis compañeros de equipo que eran dominicanos me iban a empezar a pagar (por el alojamiento y la transportación) cuando empezaran a cobrar. Uno se las tiene que inventar. La gente se cree que es fácil llegar a grandes ligas, pero es fácil si te escogieron entre las primeras cinco rondas”.

Matos recordó momentos en que tuvo que compartir una casa de un solo baño con otros siete peloteros dominicanos que se conformaban con dormir en el sótano en colchones o matresses inflables. A la hora de comer el arroz abundaba, pero era solo una pieza de pollo en el plato.

“Cualquier cosa que hayan hecho sobre lo que estaba es una mejoría. Al salario de AAA creo que le falta un poquito más. Leí que se lo iban a extender a 12 meses. Lo que ganaste en liga menor es para sobrevivir mientras estás jugando. Cuando llegas a AA o AAA puedes ir a una liga de invierno”, contó.

“Los americanos que vienen a Puerto Rico o a otro país y ven que se ganan $5,000 o $6,000 por mes ven la gloria, porque ese salario te ayuda a no tener que buscarte un segundo trabajo. Así que cualquier mejora o cualquier vivienda que ellos puedan conseguir gratuita o en un hotel va a ser de ayuda. En Grandes Ligas todo el mundo sabe lo que se vive. Pero en liga menor es que hay que ayudar a los muchachos para que consigan ese sueño”, agregó.

“Son muchas las cosas que una pasa, pero creo que son buenas para que tú quieras salir de ahí”.

Emmanuel Rivera es actualmente uno de los jugadores boricuas en liga menor que se debería beneficiar con los nuevos pagos acordados mediante un comunicado de prensa, sin embargo, aún desconoce detalles de cómo le impactará el nuevo convenio.
Emmanuel Rivera es actualmente uno de los jugadores boricuas en liga menor que se debería beneficiar con los nuevos pagos acordados mediante un comunicado de prensa, sin embargo, aún desconoce detalles de cómo le impactará el nuevo convenio. (Carlos Rivera Giusti)

Reina la desinformación

El lanzador José de León, actualmente en un contrato de liga menor como agente libre, trajo a colación un punto interesante: no ha tenido información completa sobre el nuevo acuerdo y no sabe si a él como agente libre firmado para jugar en liga menor le aplican los cambios en el convenio colectivo.

Igualmente, el antesalista Emmanuel Rivera, quien juega a nivel AAA de los Diamondbacks de Arizona dijo que no está al tanto de lo que está sucediendo y que le deja todo eso a su agente mientras él trabaja en mejorarse para regresar a las grandes ligas.

“Creo que eso cubre más a los jugadores que no fueron agentes libres”, dijo De León. “Aún así es buenísimo. Están dando los pasos en la dirección correcta dándole un mejor estilo de vida a los de las menores. Yo pasé por eso y la gente piensa que es mucho lujo y mucho glamour, pero es todo lo contrario. Hay que joderse de verdad”.

Actualmente activo a nivel AAA con los St. Paul Saints de la organización de los Twins, este indicó que no estaba totalmente informado sobre los acuerdos y en cómo le podría afectar a él.

“Honestamente no he escuchado a muchos compañeros hablando de eso. Creo que no se ha tocado el tema lo suficiente. Los peloteros son unos tipos tan resilientes que pueden pasar un montón de cosas y uno lo que está pendiente es a la temporada”, finalizó De León.