Sea usted o no un buen fanático del béisbol, de seguro ya está al tanto que el Equipo Nacional de Béisbol de Puerto Rico lanzó ayer un juego perfecto ante Israel en su tercer juego en el Clásico Mundial de Béisbol del 2023.

Y de seguro ya habrá escuchado que la joya es la primera lanzada en la historia del torneo, aunque a la misma vez no será registrado como tal, a pesar de que fue un juego perfecto, porque Puerto Rico ganó el juego por la regla del nocaut que es parte del campeonato lo que no permitió que el juego se jugará al total de nueve entradas.

Bueno, sea lo que sea, el juego fue perfecto y su única imperfección para motivos de las reglas que determinan lo que es un juego inmaculado en las Grandes Ligas es que no se extendió a nueve entradas.

Pero bien, todo esto nos lleva a un ABC del béisbol y se debe explicar muy bien lo que es un juego perfecto.

Para ponerlo en una forma muy sencilla un juego perfecto se da cuando un equipo enfrenta al mínimo tres bateadores por entrada sin permitir hits, conceder bases por bolas, pegar un pelotazo ni permitir que un corredor llegue a base por causa de un error en la defensa. Eso, realizado durante nueve entradas significaría que un equipo gana el partido logrando frente a sus oponentes 27 outs seguidos. Igual pudiera ser un perfecto de más out si el partido se extiende a entradas extras, todo caso que llegue al cierre de la novena empatado a 0-0.

Como usted podrá imaginar, no es cosa fácil. Y esto porque la perfección es exclusiva. Tan así que en la historia de 147 años y más de 235,500 juegos de Grandes Ligas solo se han lanzado 23 juegos perfectos. Bueno, hubo otro lanzado en el 2010 por el venezolano Armando Galarraga pero un grave error de un árbitro que cantó un out más que claro para acabar el partido le costó al lanzador la gesta. Fue uno de los momentos que propició que hoy en día el béisbol tenga un sistema de repetición para revisar jugadas.

Así entonces, el resumen es el siguiente. Puerto Rico lanzó un no-hitter de cuatro lanzadores durante ocho entradas ayer. La novena de Israel solo envió a la caja a bateo a 24 bateadores y los 24 fueron sacados de outs. Ninguno llegó a base ni por base por bolas ni por error ni por pelotazo. Y tome nota de una cosa más: 12 de los 24 fueron out por la vía del ponche.

Los encargados de la gesta monticular fueron el isabelino José De León, quien trabajó 5.2 entradas con 10 ponches ante 17 bateadores enfrentados, seguido por Yacksel Ríos, con un tercio de entrada lanzada con un ponche a su único enfrentado; Edwin ‘Sugar’ Díaz con una entrada lanzada y un ponche propinado; y Duane Underwood Jr. con una entrada lanzada y retirada en orden.

El Equipo Nacional le tiró un juego perfecto combinado y le dio nocaut (10-0) a Israel en el Clásico Mundial de Béisbol.

Sin nada más que analizar, fue la perfecta manera de reponerse del doloroso revés del domingo ante Venezuela.

Y un dato más. Los 23 juegos perfectos lanzados en las Mayores nunca terminaron de la manera del juego de Puerto Rico ante Israel, con un batazo que dejó sobre el terreno a su rival y cayendo vencido por nocaut y marcador final de 10-0.

Sea o no oficial para la historia, es una joya de partido que posiblemente no volveremos a ver nunca en la historia del Clásico Mundial de Béisbol, de las Grandes Ligas ni de cualquier liga sobre la faz del mundo.