No solamente sabe qué pedirle a los lanzadores y cuando, sino que aparentemente el receptor boricua Yadier Molina también puede lanzar.

El estelar doradeño de 38 años, quien el domingo estrenó el uniforme de los Atenienses de Manatí que dirige su hermano Cheo en la Liga de Béisbol Profesional Roberto Clemente (Lbprc), debutó ayer en otra faceta del juego cuando subió a la lomita del estadio Pedro Román Meléndez de Manatí para lanzar la última entrada del encuentro de los Atenienses contra los Indios.

Según el investigador de béisbol e historiador de la Lbprc, el 5 de noviembre de 1939, el receptor de los Cangrejeros de Santurce, Joshua Gibson, quien también fungía como dirigente, lanzó un tercio de inning y no permitió libertades a Guayama en un revés de 23-0.

Con el partido sumamente abierto, 19-7 al momento, Molina se convirtió en el séptimo lanzador de los Atenienses en el encuentro.

Primero le tocó enfrentarse a Jesmuel Valentín, quien entró como bateador emergente por Jeremy Rivera. Y Molina no tuvo problemas retirando a Valentín con una débil roleta que el propio Molina fildeó para luego tirar a primera.

Al segundo bateador, Henry Ramos, lo retiró con un elevado al jardín izquierdo. Dos fuera.

Sin embargo, el próximo en el ‘lineup’, David Vidal, consiguió conectarle bien a un lanzamiento de Molina y se la desapareció por el jardín derecho. De inmediato, Iván de Jesús Jr. le sacudió doblete y parecía tambalearse el debut del estelar jugador de Grandes Ligas.

Pero sorprendiendo una vez más, como suele hacerlo con frecuencia gracias a sus habilidades para el béisbol, Molina retiró con un ponchete al peligroso antesalista Emmanuel Rivera, quien pegó dos jonrones el domingo y llevaba dos el lunes.

En su carrera de 17 años en las Grandes Ligas, Molina nunca ha subido a la lomita para relevar. Según Baseball reference, además del grueso de juegos como receptor, Molina ha jugado de inicialista en 46 ocasiones, de bateador designado cuatro veces y de tercera base una vez.