Habían dos outs en la parte baja de la segunda entrada cuando el boricua Matthew Lugo conectó su primer imparable en las Mayores: un triple al jardín central frente a los Orioles de Baltimore el sábado.

Era el segundo turno ofensivo del puertorriqueño de los Angels de Los Ángeles, que en su primera oportunidad con el madero se apuntó un ponche ante los envíos del veterano Kyle Gibson en el segundo episodio.

No obstante, aquel triple remolcó una carrera y aportó al triunfo, 5-2, de Anaheim. De acuerdo al portal de MLB, Lugo pegó el inatrapable frente a su mamá, papá y hermano, que viajaron desde la Isla para verlo en el Angel Stadium.

“Simplemente increíble... Es una locura, sobre todo en mi primer partido, contribuir y ayudar al equipo a ganar con ese triple y esa carrera impulsada. Fue impresionante”, manifestó el jugador de 24 años a medios estadounidenses tras el duelo.

“Esperaba que se hubiera ido. No le di con todo al barril. Pero le di buen efecto. Me quedé dentro y esperaba que se saliera, pero me quedo con el triple”, agregó sobre el batazo que frenó con la verja después de la zona de seguridad.

El mánager de los Angels, Ron Washington, reconoció la demostración de Lugo. La novena angelina juega para 16-23 en el quinto y último puesto de la División Oeste de la Liga Americana.

“Fue increíble. De verdad pensé que se había ido. Pero ahora ya tiene los pies en la tierra, y su primer hit es un triple”, comentó Washington.

Al día siguiente, el domingo, el jardinero conectó su primer cuadrangular al bosque izquierdo al entrar al duelo -frente a Baltimore- en la novena entrada como bateador emergente.

El también sobrino del exjugador de las Mayores, Carlos Beltrán, promedia .400, con dos hits, una carrera y dos empujadas.

Su debut oficial en las Grandes Ligas -que lo convierte en el primer boricua en ser llamado a la ‘Gran Carpa’ por primera vez en esta campaña- tiene fecha del pasado viernes, cuando debutó como corredor emergente en la octava entrada. En la novena, defendió el bosque central.

Lugo fue reclamado desde la filial Triple A, donde bateaba para .212.