Bristol, Tennessee. Fue una señal de alerta para las Grandes Ligas en el Bristol Motor Speedway el sábado por la noche .

El Speedway Classic entre los Atlanta Braves y los Cincinnati Reds se suspendió en la primera entrada debido a la lluvia que empapó a la multitud récord que se dio cita para el primer juego de temporada regular en Tennessee. El plan es reanudar el juego el domingo por la tarde.

El primer retraso en el histórico óvalo de carreras se produjo después del lanzamiento ceremonial inicial con un par de miembros del Salón de la Fama, Johnny Bench y Chipper Jones, acompañados por los pilotos de NASCAR Kyle Busch y Chase Elliott.

El segundo, con un out en la parte baja de la primera entrada, llevó a que el juego se pospusiera un día, muy parecido a una bandera roja en el automovilismo.

Los aficionados que aguantaron el primer retraso de dos horas y 17 minutos comenzaron a dirigirse hacia las salidas antes de que el juego se pospusiera con los Rojos arriba 1-0.

Fue un golpe para los organizadores que tenían planeado desde hace mucho tiempo mezclar el béisbol y la NASCAR.

“Vamos a suspender el juego de esta noche... Somos optimistas sobre un mejor pronóstico del tiempo para mañana”, dijo Michael Hill, vicepresidente senior de operaciones en el campo de MLB, a Fox.

La lluvia complicó la vida de los jugadores antes de la suspensión. Un bate se le escapó de las manos a TJ Friedl cuando comenzó con los Rojos. Un lanzador pareció perder el equilibrio al ir a cubrir la primera base.

El MLB Speedway Classic fue anunciado hace casi un año como parte del impulso del Comisionado Rob Manfred para llevar la MLB a lugares donde el béisbol no se juega todos los días. La MLB jugó un partido en el sitio de la película “Field of Dreams” en Iowa tanto en 2021 como en 2022. Alabama y Carolina del Norte también han sido parte de la rotación.

El lanzador de los Reds, Andrew Abbott, llegó el sábado por la tarde a Bristol vistiendo una versión recortada de un traje de carreras de NASCAR. Nacido en Lynchburg, Virginia, Abbott dijo que quería algo especial para usar en un juego especial.

“Crecí alrededor de la NASCAR”, dijo Abbott. “Simplemente fui a eBay y encontré un par de opciones, y afortunadamente esa fue la que llegó a tiempo”.

Antes de que se suspendiera el juego, los asistentes fueron entretenidos por una rueda de la fortuna de 110 pies, junto con camiones de comida, música en vivo, túneles de lanzamiento y jaulas de bateo. Los aficionados también tuvieron la oportunidad de tomarse fotos con el Trofeo del Comisionado y los Clydesdales fuera del histórico circuito.

Dentro, se llevó a cabo un concierto de la estrella de country Tim McGraw, acompañado por Pitbull.

También los jugadores se pararon en la parte trasera de camionetas con sus números estampados en el costado y recorrieron la pista de media milla. Algunos usaron sus teléfonos para documentar el momento. Para las presentaciones, los jugadores caminaron entre un par de autos decorados con los colores de Atlanta y Cincinnati.

Luego salió la lona cuando la lluvia que había estado cayendo alrededor de Bristol gran parte del sábado se intensificó y retrasó el inicio.

El primer retraso llevó a que los Bravos cambiaran de abridor. Spencer Strider, quien creció cerca de Knoxville, recibió una ovación más grande que el abridor de los Rojos, Chase Burns, quien es de Hendersonville y jugó en la Universidad de Tennessee. Los Rojos se quedaron con Burns a pesar del retraso.

Los Braves optaron por no arriesgar la tercera apertura en esta situación de Strider después de una segunda cirugía de codo.

La lluvia se detuvo el tiempo suficiente para quitar la lona y comenzar el juego.

El expiloto de NASCAR, Michael Waltrip reinició las festividades citando a su hermano Darrell: “Boogity, boogity, boogity. ¡Juguemos al béisbol, muchachos!”

Atlanta se fue en orden en la parte alta de la primera entrada. Pero hubo otro retraso por lluvia después de que Austin Hays conectara un sencillo impulsor de carrera para Cincinnati en la mitad inferior.

La MLB anunció el lunes que habían vendido más de 85,000 boletos después de que decidieran no ocupar todo el recinto para evitar zonas de poca visibilidad. Esto superó el récord anterior de 84,587 asistentes el 12 de septiembre de 1954, cuando el Estadio de Cleveland albergó a los Yankees de Nueva York.