¿Fuiste a la gasolinera, pagaste la gasolina y te montaste en el carro y te fuiste sin echarla? ¿Montaste la basura del apartamento en el carro para no caminar hasta el dumpster y te la llevaste al trabajo? ¿Le metiste la llave a la cerradura de tu carro y no abrió y luego te diste cuenta de que se parecía pero no era el tuyo?

Tranquilo. Tranquila. Se llama estar distraído, algo que nos pasa mucho en tiempos tensos como los que vivimos, cuando tenemos 20 cosas en la cabeza para resolver o simplemente, cuando nos ‘eslembamos’ en los peores momentos, como cuando uno está en el trabajo.

Algo en esa línea le pasó el miércoles al árbitro de las Grandes Ligas, Jim Wolf, quien trabajó detrás del plato en el partido entre los Astros de Houston y los Red Sox de Boston. Y no solamente a él, sino también a ambas novenas y a las 32, 295 personas que estaban en el Minute Maid Park de Houston.

Resulta que el toletero de los Astros, el cubano Yordan Álvarez, quien esta temporada no ha necesitado ayuda en el plato, recibió una: no le tiró a un lanzamiento por el medio que era su tercer strike, y como Wolf no lo declaró fuera, se quedó bateando y tuvo otro pitcheo.

Ese cuarto strike de Álvarez fue una roleta por el cuadro mediante el cual fue eliminado.

Según una nota de AP, nadie pareció notar el error. Dusty Baker, dirigente de los Astros, expresó que “nadie se dio cuenta”. Al piloto de Boston, Alex Cora, no se le preguntó sobre ese asunto.

Álvarez salió al plato para abrir la tercera entrada ante el lanzador de Boston, Rich Hill. Este primero le sirvió una bola a Álvarez y el próximo envío fue strike cantado, por lo que quedó en 1-1. Entonces, el cubano de los Astros pegó un foul hacia atrás, que Boston intentó atrapar en vano y su conteo quedó en 1-2.

Con el próximo envío, Hill atacó la zona de strike y Wolf cantó el strike, pero no declaró que se había ponchado.

Y nadie se movió, nadie gritó, nadie se dio cuenta. Al parecer, ni Álvarez. Hill regresó ala lomita, Álvarez se quedó en el plato y conectó una roleta por primera en el próximo lanzamiento, y fue eliminado en primera.

En esta ocasión fue un error divertido e insólito, porque nadie del público pareció celebrar el ponche ni nada. Pero el lapsus pudo haber tenido otro resultado, pues Álvarez, quien tiene 30 cuadrangulares y 72 remolcadas bien pudo haber desaparecido la bola y cambiar el resultado.

Así que la próxima vez que pases 10 minutos buscando las llaves para poder irte y luego las encuentras en tu bolsillo o en tu cartera, o intentes abrir la puerta de garaje con el beeper de la alarma del carro, no seas tan duro contigo y ríete. Le pasa a cualquiera.