Javier Báez es un mago en el terreno. Pero en ocasiones su magia no se desempeña como de costumbre.

Durante el juego del miércoles entre los Tigers de Detroit y los Giants de San Francisco, el bate partido hechizó a Báez al punto que le impidió completar la jugada defensiva.

En la parte baja de la tercera entrada, Evan Longoria entró a la caja de bateo con corredores en primera y segunda base con un out. Longoria hizo contacto con la pelota, lo que provocó que su bate se partiera en dos pedazo. Uno de ellos aterrizó cerca de Báez, quien defendía el campo corto. El puertorriqueño intentó levantar la bola a la vez que pisaba el bate para tratar de hacer el tiro a la inicial, pero no fue posible.

A Longoria le acreditaron un hit para llenar las bases, pero los Giants fallaron en marcar carreras. Aun así, San Francisco derrotó a los Tigers 3-2.