Ya no estarán sobre el terreno jugadores como Mike Avilés, T.J. Rivera, Carlos Beltrán, Ángel Pagán y posiblemente ‘El Líder’, Yadier Molina. Pero a la vez, el núcleo de Carlos Correa, Javier Báez, Francisco Lindor, Eddie Rosario, Kike Hernández y José Berríos ha tenido varios años de experiencia adicionales y está en su madurez.

El cambio generacional en el equipo de Puerto Rico que jugará en el World Baseball Classic del 2023 incluirá gerente general y dirigente nuevo. Hay trabajo por hacer, pero lo mejor es que las opciones que tendrá el gerente general Eduardo Pérez, se podría decir que han mejorado.

Según el análisis del exdirigente de los subcampeones de las ediciones del 2013 y 2017, Edwin Rodríguez, el béisbol boricua tiene abundancia en algunas facetas y deficiencias en otras, lo que hará que el trabajo de Pérez para armar el combinado sea retante y divertido a la vez. Y tras los primeros anuncios de la edición del 2023 en los pasados días, las ruedas han comenzado a girar.

“No quiero decir que el talento está que sobra, porque al mirar el equipo de República Dominicana creo podría hacer falta, pero si empezamos con jugadores como A.J. Meléndez (Kansas City), Edwin Ríos (Dodgers), José Miranda (Minnesota), Heliot Ramos (San Francisco), Emmanuel Rivera (Kansas City) y hasta Neftalí Soto (Japón), vamos bien”, opinó Rodríguez.

“Kike Hernández cuando jugó en 2017 no estaba establecido. Ahora lo está. Hay figuras que podrían ayudar a un cambio generacional tomando en cuenta que la generación de Báez, Lindor y Correa aún está en su apogeo”.

Un aspecto en el que Rodríguez entiende que hay deficiencia es en el de los lanzadores abridores. Puso el ejemplo de que, más allá de José Berríos (Toronto) y Dereck Rodríguez (Minnesota), no hay nombres en las Mayores o en liga menor listos para el reto. Sugirió que los otros dos abridores podrían ser figuras de la liga invernal boricua como Adalberto Flores.

En el 2017, Puerto Rico utilizó a lanzadores de la pelota invernal como José de la Torre, J. C. Romero y Mario Santiago, entre otros. El requerimiento para este torneo no sería tanto como lanzar siete entradas. Serían solamente tres episodios.

Rodríguez aclaró que los iniciadores en el Clásico Mundial de Béisbol están limitados a una cantidad de lanzamientos que aumenta poco según la ronda. En 2017 fue de 65 lanzamientos en la primera ronda, lo que, según Rodríguez, permite que en casos el lanzador llegue a la cuarta entrada, pero en raras ocasiones.

“Puerto Rico no tiene profundidad en abridores, pero eso ha sido así siempre, y siempre se las inventa”, continuó. “Tenemos buenos relevos para tarde en el juego. Pero las entradas cuatro, cinco y seis van a ser difíciles”.

Para el relevo en las entradas siete, ocho y nueve, Rodríguez opinó que estamos cubiertos con figuras como Edwin y Alexis Díaz, Joe Jiménez, Jorge López, Seth Lugo y Emilio Pagán. Estos raras veces tiran más de una entrada, por lo que es de esperar que estén limitados a solo una.

Un área en la que hay para escoger es la receptoría.

Si se asume que Molina no jugaría, como ha dejado entrever, Pérez tendría la dulce tarea de evaluar talentos y nombres como los de Michael Pérez (Pittsburgh), Roberto Pérez (Pittsburgh), Christian Vázquez (Boston), M.J. Meléndez (Kansas City), Víctor Caratini (Milwaukee) y Martín ‘Machete’ Maldonado (Houston). Sin olvidar a Tomás Nido (Mets).

“Es bien difícil hacer una selección en la receptoría porque tenemos a Meléndez, que se proyecta como uno de los receptores más ofensivos, y tenemos al mejor receptor defensivo de las Grandes Ligas, con el permiso de Yadier, que se llama Machete Maldonado. Christian Vázquez está bien cerca en lo ofensivo y defensivo. En esa posición estamos bien cubiertos”, expresó el exdirigente.

Otro escollo que podría enfrentar el proceso de selección sería el de escoger jugadores que vayan a estar en el equipo y que realmente no vayan a ver mucho tiempo de juego. Rodríguez destacó que el torneo se juega en época de ‘spring training’ y los peloteros necesitan juegos y turnos al bate para estar listos para la temporada de Grandes Ligas, su principal trabajo.

“Escogerlos va a ser parte del problema del dirigente y del gerente general. Esos muchachos necesitan juegos. Y si van a estar dos o tres semanas en el torneo y lo único que cogen son cinco o seis turnos, va a haber malestar. Pero eso el gerente general y el dirigente tienen que trabajarlo”, comentó.

“Que un Meléndez, que se está preparando para su gran oportunidad de jugar a diario (con los Royals), no pueda ver acción porque están Machete o Christian… Un Emmanuel Rivera que necesita jugar… Creo que va a haber bastantes que van a decir que quisieran ir, pero no pueden, porque les podría afectar en su preparación y ellos tienen que velar por su carrera. Creo que muchos se van a negar por eso”, agregó.

Finalmente, Rodríguez recordó que hasta la edición del 2017, la única condición que impedía que una persona dirigiera en el Clásico es que fuese dirigente de las Grandes Ligas. Esta regla, impuesta por el World Baseball Classic impediría que Álex Cora, Dave Martínez o Charlie Montoyo puedan ser el dirigente en propiedad de la novena.

Sin embargo, ninguna de las posiciones entre los coaches caen bajo la regla, por lo que coaches del banco (Josué Espada), coaches de bateo (Alex Cintrón) y de otras posiciones caerían bajo la discreción del gerente general y el dirigente del equipo. De hecho, en el 2017, el curazoleño Hensley Meulens dirigió al equipo de Holanda en el Clásico mientras era parte del equipo de coaches de los Giants de San Francisco.

Así que esto abriría la puerta para que Joey Cora (Mets), Andy González (Rockies), Nick Ortiz (San Francisco), Ramón Vázquez (Boston), Sandy Alomar (Cleveland) y otros puedan ser considerados para el puesto o para el grupo de coaches.

En el 2017, Rodríguez contó a su lado con Álex Cora y su asistente, Cándido Maldonado. Entre los coaches de Rodríguez estuvieron Espada, Ricky Bones, Carlos Baerga, Juan ‘Igor’ González, Carlos Delgado y José ‘Tony’ Valentín. José ‘Cheo’ Molina también prestó su ayuda.

“Al final, creo que se puede formar un grupo muy bueno. Muy positivo”, concluyó Rodríguez.