Jupiter, Florida. Yadier Molina está de regreso, y tanto él como los Cardinals de San Luis no podrían estar más felices.

Después de perderse la primera semana de los entrenamientos de primavera por cuestiones personales, el puertorriqueño de 39 años llegó al complejo de los Cardenales el lunes para lo que probablemente será su último entrenamiento de primavera.

“Los últimos dos meses han sido difíciles, pero todo está bien ahora”, comentó Molina. “Estoy feliz de estar de regreso”.

Cuando el mánager de San Luis Olivier Mármol dio la bienvenida a Molina durante una reunión privada, los vítores y aplausos de sus compañeros de equipo se podían escuchar afuera del edificio.

Antes de eso, un Molina sonriente no podía dar más de un puñado de pasos sin que otro compañero de equipo se acercara a abrazarlo.

“Ya llevo tres abrazos, hace apenas unos minutos le di uno”, comentó el pitcher Adam Wainwright. “Probablemente voy a ir por el cuarto dentro de un minuto. Estoy muy contento de que mi amigo esté de regreso”.

Con 20 aperturas juntos esta temporada, Wainwright y Molina tendrán 325 juntos, superando el récord de las Grandes Ligas que tenían los ex jugadores de los Tigres de Detroit Mickey Lolich y Bill Freehan.

Cuando Mármol, un mánager novato, escriba el nombre de Molina en la tarjeta de alineación por primera vez, estará colocando detrás del plato a un 10 veces ganador del guante de oro y nueve veces seleccionado al Juego de Estrellas. También tendrá a un líder indiscutido en el campo.

“Es una parte sumamente importante de lo que hacemos aquí, de la cultura en general”, dijo Mármol. “Representa mucho que él camine por esas puertas”.

Molina sabía que reportaría tarde al entrenamiento de primavera, pero no podía informar a los Cardenales debido a las reglas del paro patronal, que prohibían la comunicación entre equipos y jugadores.

“Me gustaría haberme presentado desde el primer día, pero ellos entienden mi situación”, reconoció. “Están felices de tenerme de regreso. Yo también estoy contento de verlos”.

Molina ha estado entrenando en la temporada baja, pero aún se espera que necesite un par de días para ponerse en forma de juego. Podría tomar un poco más hasta que se sienta cómodo en el plato en contra de pitchers de Grandes Ligas.

“Eso va a estar duro”, dijo.

Molina se puso su uniforme de entrenamiento de los Cardenales y se dirigió a los campos traseros para la práctica previa al juego de San Luis el lunes. No estará en la alineación cuando los Cardenales hagan el viaje corto para enfrentar a Washington en la noche.

Calcula que le tomará entre “cuatro y cinco días” estar listo para aparecer en un juego de la Liga de la Toronja.

“No veo muchos desafíos, para ser honesto”, dijo Mármol. “Se trata de un tipo que se está preparando para los campos de entrenamiento de primavera o lesionado, que tiende a tener un buen sentido de su cuerpo y con conciencia de lo que necesita. Seremos sensibles a cómo se desarrolle el tema e intervendremos. No debería ser un problema en absoluto”.