Así quedó demostrado con sus expresiones en una extensa conversación con Primera Hora en el complejo beisbolero del Estadio Roger Dean en Jupiter, Florida, previo a una reciente sesión de entrenamiento en el campamento primaveral de los Cardenales, equipo con el que firmó al profesionalismo en el 2000, a los 18 años, y con los que termina su actual contrato de tres temporadas al finalizar la campaña del 2020.

Será el momento para tomar una decisión que podría representar el fin de su carrera, y por consiguiente, la posibilidad de quedar fuera del equipo de Puerto Rico para el Clásico Mundial 2021 tras guiar al llamado ‘Team Rubio’ a un histórico y emotivo segundo subcampeonato seguido en el 2017.

Relacionadas

¿Se mantiene la idea de acogerte al retiro cuando termine tu actual contrato en el 2020, o hay algún cambio?

“Honestamente puede haber algunos cambios, pero hasta el sol de hoy estamos hasta el año que viene. Puede haber unos cambios de uno o dos años más. Es cuestión de si San Luis desea. Si no desea, obviamente no voy a jugar con ningún otro equipo. Me retiro. No tengo necesidad de irme pa’ ningún otro equipo. Pero si ellos desean hablar de una extensión de uno o dos años más, estamos dispuestos a ‘chequear’ a ver qué es lo qué hay.

¿Cuán fácil o difícil podría ser para los Cardenales encontrar un reemplazo en tu posición cuando finalmente decidas retirarte?

“Tenemos muchos prospectos súper buenos aquí. Estoy trabajando con unos ‘catchers’ jóvenes que tienen el talento. No creo que ellos vayan a sufrir de eso porque el talento que tienen esos ‘catchers’ son buenísimos. Hay muchos peloteros que son buenísimos en el ‘free agency’ también, ‘catchers’. La pelota va a seguir. Unos se retiran, unos vienen, otros van, la pelota sigue y ellos siguen encontrando buenos peloteros. De verdad no tengo dudas de que puedan encontrar uno, aquí o como ‘free agent’”.

Si finalmente te retiras de Grandes Ligas al terminar la temporada 2020, ¿jugarías en el Clásico Mundial 2021?

“Esas son las metas. Me gustaría jugar. Si no me retiro en el 2020 y consigo un contrato para el 2021 con ellos (Cardenales), sí lo juego. Si no, pues me retiro y no lo juego”.

O sea, ¿es posible que el 2017 haya sido tu último Clásico Mundial?

“Sí, es posible”.

¿Cómo visualizas tu vida una vez decidas retirarte?

“La veo enseñando a mis hijos a jugar pelota y a estar compartiendo con ellos. Obviamente voy a concluir con 18 años en Grandes Ligas y eso es mucho tiempo que ellos no han pasado conmigo. Esa es la mentalidad. Esa es la prioridad, pasar tiempo con ellos. Después de eso no sé lo que vaya a pasar. Mi mentalidad es quedarme ‘coacheando’ en algún lado. En Puerto Rico me gustaría ayudar a los jóvenes allá, haciendo muchas cosas que tengo planeadas hacer en Puerto Rico. Muchas facilidades, muchas academias allá. Estamos en esas. Primero es la familia y después vamos a ver qué es lo qué pasa”.

(Para Primera Hora / Ángel M. Rivera)
(Para Primera Hora / Ángel M. Rivera)

¿Sería una opción convertirte en dirigente a nivel profesional?

“Dudo mucho que sea en cuestión de este tipo de nivel de Grandes Ligas. De que lo puedo hacer, lo puedo hacer. Tengo conocimiento, muchos años de pelota. De que lo puedo hacer, lo puedo hacer, pero es un trabajo que requiere mucho tiempo y de verdad no soy tan paciente con mi tiempo. Pero me gustaría tener la oportunidad de manejar en Puerto Rico en cuestión de béisbol invernal o en cuestión de selección puertorriqueña. Me gustaría hacerlo, pero en cuestión de nivel profesional, organizado, no me veo con ello”.

¿Cuán importante es para ti seguir haciendo trabajo social, muchas veces en silencio, como hiciste después del Huracán María en Puerto Rico?

“Somos una comunidad bien pequeña, comparada con Estados Unidos y con otros países. Si no lo hacemos nosotros, ¿quién nos va a ayudar? La mentalidad mía y de mi familia, mis hermanos, mi esposa, fue en ese momento de tratar de ayudar a tu gente cueste lo que cueste. Es cuestión de que estés ahí pa’ tu gente y siempre pueden contar conmigo, obviamente en el deporte y cosas que no son también. Tengo respeto hacia la prensa, pero no me gusta llamar la atención ni nada de eso. Lo mío, y el que me conoce sabe, que llegas a mí y tratamos de ayudarte independientemente en lo que podamos. Creo que Yadier Molina siempre va a estar para el pueblo puertorriqueño.

¿Te interesaría en el futuro entrar al mundo de la política como figura de unión para los boricuas?

“No, negativo, negativo. Cada cuál tiene su trabajo. Respeto mucho lo que hacen los políticos en su forma. Yo no tengo nada que ver con eso. No quiero meterme a nada de política. Quiero con mi Fundación llevar buenas ayudas de corazón y sin nada a cambio, pero políticamente eso le tocaría a alguien más que no soy yo.

¿Te gustó estar de rubio?

“Me encantó. De verdad es un movimiento que hicimos y todavía lo llevo. Es algo que me representa. Cada vez que voy a otras ciudades, como Los Ángeles, San Francisco, los puertorriqueños que nos van a ver siempre se quitan la gorra y empiezan a hacer esa vaina (gesto en cabeza con amplia sonrisa). Es un movimiento bien bonito para los niños también. Es algo diferente, que nos unió como país y de verdad que lo llevo con orgullo”.