Iván “Iron Boy” Calderón no se tuvo que esforzar para activar la vena competitiva de Alex “El Nene” Sánchez.

Unos mensajes de texto al celular de Sánchez fueron suficientes para iniciar unas conversaciones entre los retirados excampeones mundiales que están decidido a realizar un regreso al ring el próximo 4 de diciembre.

“Cuando despierto, veo unos mensajes de Iván diciendo que me ponga listo porque finalmente decidió darme la revancha. Me sorprendieron porque estoy retirado, pero salió a cucar, me prendió y rápido le dije que sí”, relató Sánchez, quien en el 2011 colgó los guantes después de sufrir una cuarta derrota consecutiva.

Calderón y Sánchez se enfrentaron en el 2003 en el coliseo Rubén Rodríguez en Bayamón. Calderón retuvo el cetro de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), versión de las 105 libras, por decisión unánime con puntuaciones 117-111, 116-112 y 118-110.

“Iván propuso que hiciéramos una pelea de exhibición como Mike Tyson y Roy Jones Jr. Le dije que no, porque treparse al ring no es un juego. Si lo hacemos, sería de verdad porque si los fanáticos van a pagar vamos a darles el show que esperan”, dijo Sánchez.

“Nos someteremos a los exámenes médicos que nos requiera la Comisión de Boxeo para estar en ley. Los dos estamos saludables, nos mantenemos porque trabajamos con jóvenes en los respectivos gimnasios y entiendo que será algo bonito”, agregó.

Calderón, de hecho, sostuvo que su meta ulterior es retar al actual campeón de la OMB en las 105 libras, Wilfredo “Bimbito” Méndez.

“Quien trajo a Bimbito a la conversación fue Iván. En realidad no tengo interés en Bimbito porque después la gente dirá que quiero sacar al camino al boxeador joven. Además, Iván sabe que soy más peligroso que Bimbito. Iván quiere ser campeón mundial otra vez, pero no se puede dormir conmigo porque me quiero sacar esa espinita”, indicó.

Sánchez, de 47 años, aseguró que comenzó a entrenar para paulatinamente bajar de peso hasta alcanzar las 112 libras.

Ya empecé a moverme. Cogimos la fecha de diciembre para que los dos tengamos suficiente tiempo. El boxeo siempre está en la sangre de nosotros y cuando tenemos mucho tiempo de descanso es mejor porque botamos los golpes y se siente el hambre. Nos damos cuenta de que todavía nos queda algo porque somos boxeadores toda la vida”, concluyó.