Boricua y New Yorker. Esos dos adjetivos describen bien al invicto peleador Edgar Berlanga. Y vaya combinación. En un par de años no se extrañe que éste haga valer su apodo como ‘The Chosen One’ (El Escogido) y se convierta en el mejor boxeador de la actualidad para tanto Puerto Rico como Nueva York. Sería una combinación lucrativa.

Hijo de sanjuaneros, el noqueador que quebró el récord de Mike Tyson de nueve nocauts consecutivos ofrecidos en el primer asalto en el inicio de su carrera, y quien la semana pasada extendió esa racha a 14 anestesiados en el primer round, está muy claro que quiere ser orgullo tanto de Nueva York como de Puerto Rico.

“Quiero dejar un legado en mi carrera”, dijo Berlanga, quien caminaría por senderos místicos en el boxeo si logra convertirse tanto en campeón boricua como niuyorquino, algo que antes alcanzaron peleadores como Carlos Ortiz, Héctor ‘Macho’ Camacho y Carlos ‘Sugar’ De León.

Mi familia es fanática a muerte de los boxeadores boricuas. Así que crecí viendo a Tito Trinidad, pero sobre todo a Miguel Cotto. Fui a casi todas las peleas que hizo en Nueva York. Y en especial a la que tuvo con Zab Judah. A aquella fui con una bandana en la cabeza como Cotto, y con mis guantes puestos. La gente decían mira ahí un futuro campeón

-Edgar Berlanga

Pero no se engañe. La influencia boxística que Berlanga en netamente boricua y la bandera que carga en su uniforme es la de Puerto Rico. Nacido y criado en Nueva York, el residente de Brooklyn es boxeador gracias a los peleadores de Puerto Rico... y gracias al fanatismo que existe en su familia por este deporte.

“Mi familia es fanática a muerte de los boxeadores boricuas. Así que crecí viendo a Tito Trinidad, pero sobre todo a Miguel Cotto. Fui a casi todas las peleas que hizo en Nueva York. Y en especial a la que tuvo con Zab Judah. A aquella fui con una bandana en la cabeza como Cotto, y con mis guantes puestos. La gente decían mira ahí un futuro campeón”, recuerda del combate que sucedió cuando tenía uno 9 o 10 años y ya estaban siendo desarrollado como boxeador.

Fanático de los Yankees y los Knicks de Nueva York de las Grandes Ligas y la NBA, respectivamente, el joven de 23 años, 6′1 de estatura y 168 libras de peso originalmente quería ser pelotero profesional. Jugaba como guardabosque y campocorto, pero era más colocado en los jardines porque era rápido de movimientos.

“Estaba claro que quería ser pelotero profesional. Incluso gané dos campeonatos con mi equipo, pero todavía estaba un poco regado en la vida para aquellos tiempos, y mi padre me llevó al gimnasio de boxeo y poco a poco todo cambió. Este deporte atrapó toda mi atención”, destaca Berlanga.

No tengo ni prisa ni siento presión. Quiero seguir curtiendo mi boxeo. Seguir trabajando fuerte para ver si en un año y medio logro ser campeón

-Edgar Berlanga

Y ahora su éxito está atrapando la mirada de muchos. Y él se lo está gozando todo sin coger las cosas con prisa.

“No tengo ni prisa ni siento presión. Quiero seguir curtiendo mi boxeo. Seguir trabajando fuerte para ver si en un año y medio logro ser campeón”, asegura el joven que ya ha probado ser capaz de ponerse metas y no descarrilarse, como le pudo haber pasado en su temprana juventud cuando vivía en los proyectos residenciales en el Lower East Side de Nueva York y no permitió que ni las drogas ni los mensajes negativos que lo acediaban lo alcanzaras. Clave en salir airoso de todo eso fue y sigue siendo el apoyo que recibe de su familia.

Por lo pronto varias cosas se barajan en su mente en torno a su futuro.

Primero tiene claro que quiere pelear pronto en Puerto Rico, pero solo cuando pueda hacerlo al frente de público en las gradas.

Y segundo, como buen boricua, está soñando con tener algún día una gran pelea contra un peleador mexicano, y le parece que Saúl ‘Canelo’ Álvarez sería genial si éste último sube a su peso de las 168 libras.

“Él tendría que subir porque yo definitivamente no puedo bajar a las 160. A mí me encantaría tener un reto así en su momento”, aseguró.

Pero para eso falta tiempo y más triunfos. Y con su físico el tiempo dirá hasta que categoría él llegara y que otros retos surgirán. Por ahora él sigue entrenando para pulir el boxeo que no ha podido exhibir en sus peleas, y para seguir desarrollando la dinamita que tiene en sus puños.