Son pocos los boxeadores profesionales que mantienen un alto nivel competitivo después de cumplir los 35 años. Figuras como Muhammad Ali, Roberto “Manos de Piedra” Durán, Bernard “The Executioner” Hopkins y “Money” Floyd Mayweather Jr. son algunos de los púgiles que tienen esa rara cualidad de mantenerse en la cima del deporte, pese a sobrepasar el “límite típico” de una carrera en el boxeo rentado.

Y los boxeadores que se retiran para luego regresar años después son más raros aún. Ahora, el excampeón wélter de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) y de la Federación Internacional de Boxeo (FIB), Antonio Margarito (38-8, 27 nocauts) intentará unir su nombre a esa exclusiva lista al regresar al ring este sábado, 5 de marzo, luego de casi cinco años de inactividad, para enfrentarse, en México, a Jorge Páez Jr. (39-7, 23 nocauts), hijo del exmonarca Jorge “El Maromero” Páez.

Aunque Margarito dijo en entrevistas recientes que su deseo de regresar es porque extraña la competitividad, de acuerdo a una historia del periodista de ESPN Dan Rafael, el “Tornado de Tijuana” también atravesó por un proceso de divorcio costoso. Sea cual sea la razón real, Margarito comenzará  su “comeback” en México, y no en los Estados Unidos.

Precisamente, en otra historia publicada por Rafael en ESPN.com, relata que a finales del 2015 Margarito se acercó a su expromotor Bob Arum, fundador de la empresa Top Rank, para indicarle que regresaría al boxeo. Arum, no obstante, le dijo que le daría una oportunidad si su operado ojo derecho recibía el visto bueno luego de una evaluación médica.

Y Arum, ciertamente, tiene una preocupación genuina, pues en su combate del 23 de julio contra Manny Pacquiao, Margarito sufrió una fractura del hueso orbital del ojo derecho en su derrota por decisión unánime. El peleador mexicano recibió tal castigo que los médicos tuvieron que esperar varios días en lo que bajaba la hinchazón para reparar la fractura mediante cirugía. Margarito, luego, se sometió a una segunda operación para removerle una catarata.

El excampeón boricua Miguel Cotto le causó más daño al ojo de derecho de Margarito cuando se enfrentaron el 3 de diciembre de 2011 en un combate de revancha, luego que Margarito le propinó a Cotto su primera derrota profesional en el 2008. El púgil cagüeño castigó el rostro de Margarito sin misericordia y le causó tal hinchazón en el ojo derecho que se lo volvió a cerrar. Cotto finalmente ganó mediante nocaut técnico (el médico detuvo el combate) en el décimo asalto.

Debido a las dudas de Arum ante la salud de Margarito, el exmonarca mexicano solicitó una licencia en México, pero primero se sometió a un examen oftalmológico ordenado por el Consejo Mundial de Boxeo (CMB). Margarito completó los exámenes satisfactoriamente, por lo que recibió el visto bueno del CMB para pelear en Ciudad de México contra Páez Jr. a diez asaltos.

En preparación para su combate contra Páez Jr., Margarito dijo que se comunicó con el entrenador Robert García, quien estuvo en su esquina para la reyerta contra Pacquiao, y que García accedió. Por su parte, Arum le dijo a Rafael que esperará a ver el combate de este sábado antes de decidir si organizará un combate para Margarito en los Estados Unidos.

“Primero vamos a ver cómo le va con Páez Jr. antes de realizar el gran esfuerzo de conseguirle una licencia en los Estados Unidos. Páez Jr. será una buena prueba para un boxeador como Margarito que ha estado tanto tiempo inactivo”, dijo Arum.

El licenciamiento de Margarito en Estados Unidos podría ser problemático debido a que la Comisión Atlética del estado de California los suspendió por espacio de un año, junto con su entrenador Javier Capetillo, al encontrar que los vendajes del peleador tenían una sustancia similar al yeso en el combate del 2009 que perdió ante Shane Mosley.