El primer encuentro entre Miguel Cotto y Antonio Margarito, celebrado el 26 de julio de 2008 en Las Vegas, fue catalogado como un clásico del momento. Y así fue.

Dos escuelas boxísticas -Cotto, el boxeador, y Margarito, el marrullero- chocaron sobre el cuadrilátero del hotel MGM Grand en una pelea que bien podría dividirse por la misma mitad y apreciarse dos combates totalmente distintos.

En la primera parte del encuentro, Cotto le dio una clínica de boxeo a Margarito. El boricua implementó de inmediato su plan de pelea. Con combinaciones explosivas y movimientos de escape, evitó quedar pillado entre las cuerdas ante el asedio del mexicano que siempre fue hacia el frente.

Salvo el segundo asalto, en que Margarito logró poner mayor presión y conectar buenos golpes en la anatomía del boricua, Cotto dominó a su antojo los primeros seis capítulos.

La virazón

Entonces, todo cambió.

A finales del sexto asalto, Margarito conectó tres uppers corridos que parecieron restarle estámina al boricua.

Y del séptimo asalto en adelante, la pelea tuvo un solo nombre, Antonio Margarito.

Ya Cotto no tenía la misma velocidad. El azteca continuó con su trabajo al cuerpo, y con su devastador upper le rompió el labio, la nariz y el pómulo izquierdo al campeón.

En el décimo, el cagüeño parecía haber recuperado terreno, pero en los últimos 10 segundos del asalto, Margarito lo lastimó seriamente con una derecha y jamás volvió a recuperarse.

El tijuanense salió en el 11mo. dispuesto a acabar a Cotto, y lo logró. Ya sin la misma velocidad para salir de la metralla, un ensangrentado Cotto puso una rodilla en la lona a los 1:41 del asalto y volvió al suelo con 1:05 por transcurrir.

La esquina del boricua entonces pidió detener la pelea y Margarito se proclamó campeón wélter de la Asociación Mundial de Boxeo y le propinó a Cotto su primera derrota.

Luego, sus carreras tomarían rumbos distintos. Ambos perderían ante Manny Pacquiao y vendrían las acusaciones y suspensión de Margarito por uso de vendaje ilegal, entre otras cosas.

Este sábado volverán a enfrentarse en lo que se espera que sea otro clásico del boxeo moderno.