Los abogados de Banco Popular de Puerto Rico presentaron una petición ante el Tribunal Superior para que se deje sin efecto una determinación del juez Anthony Cuevas Ramos para transferir unas sumas de dinero a las cuentas del excampeón mundial de boxeo, Félix “Tito” Trinidad.

Es el último remedio que le queda a la institución financiera para resolver una controversia que comenzó a mediados del 2020 cuando detuvo unos pagos como parte de un acuerdo que data del 2014.

El pasado noviembre, Cuevas Ramos resolvió que Banco Popular debía depositar en un periodo de 24 horas la suma de $720,000 a una cuenta personal de Trinidad, así como los intereses acumulados a razón de 4.5%. También fueron llamados a consignar $444,800 además de los intereses a razón de 4.5% a otra cuenta en Oriental Bank para un total de $1,184,800.

Sin embargo, la presentación legal de Banco Popular solicitó al Tribunal de Apelaciones que se detuvieran los pagos bajo el argumento de que la decisión de Cuevas Ramos era “errada”. Dos de los tres jueces decidieron ‘no ha lugar’ mientras que la juez Grace Grana Martínez sometió un voto disidente. Aun así, la institución sometió una reconsideración que tampoco tuvo éxito.

Por ello, acude ahora al Tribunal Supremo. No obstante, no es la primera vez que Banco Popular solicita la intervención del alto foro. En las dos veces anteriores, los jueces optaron por no intervenir en el caso, validando las determinaciones en el Tribunal de Primera Instancia en San Juan.

“Tenemos 10 días para presentar por escrito nuestros argumentos que serán básicamente los mismos. En las dos veces anteriores el Tribunal Supremo optó por no intervenir y veremos si esta vez ocurre igual”, dijo Eric Questglas, abogado de Trinidad.

Trinidad y Banco Popular acordaron en el 2014 que mensualmente se harían unas transferencias de dinero para cumplir con los pagos de unas hipotecas y, además, los gastos personales. Banco Popular sostiene que el balance que generaba intereses para cumplir con el acuerdo se agotó. Desde marzo de 2020 le puso punto final al acuerdo que, eventualmente, fue revertido por el juez Cuevas Ramos.

La controversia no está relacionada a la demanda que radicó Trinidad en el 2014 con miras a recuperar parte de la fortuna que acumuló durante su carrera en el boxeo rentado. El múltiple excampeón mundial reclama que no fue asesorado adecuadamente cuando transfirió los balances y una línea de crédito que ascendió a $20 millones desde Wells Fargo a Banco Popular.