En una esquina estará Juan Manuel Márquez con la intensión de recuperar lo que una vez le perteneció.

Mientras que en la opuesta, el estadounidense Tim Bradley pretenderá retener la corona wélter (147 libras) de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) y, a su vez, recibir el reconocimiento que tanto le ha evadido.

Los púgiles se enfrentarán el 12 de octubre en el Thomas and Mack Center de Las Vegas, en uno de los duelos más anticipados del 2013.

“Será un honor estar en el mismo ring con Márquez. Mirto con optimismo la oportunidad de enseñar mis habilidades y darles a los fanáticos una pelea competitiva”, sostuvo Bradley ayer durante la conferencia de prensa realizada en Los Ángeles.

“Ambos tenemos una cosa en común y es que somos dos guerreros una vez estamos dentro del ring. Ninguno de los dos aceptamos la derrota como una opción y, dicho eso, ha comenzado la cuenta regresiva. El 12 de octubre no verán otra pelea, sino una pelea memorable no solo para él (Márquez) y para mí, también para el mundo del boxeo”, agregó.

Bradley ganó el cinturón de la OMB cuando derrotó por decisión al filipino Manny Pacquiao en junio de 2012.

Sin embargo, Márquez carga con la distinción de ser el último vencer a Pacquiao con un fulminante nocaut.

“Será una pelea dura. Me estaré enfrentando a un boxeador invicto que posee algo que deseo”, comentó Márquez.

“Es una pelea complicada, pero no es imposible de ganar. Quiero un quinto título mundial. Bradley es uno de los mejores libra por libra del mundo. Pienso que tenemos los estilos para hacer una gran pelea”.

Para el promotor Bob Arum, el duelo entre Bradley y Márquez será competitivo.

“Veremos una confrontación emocionante entre dos de los mejores del mundo en la actualidad”, indicó Arum.