Las Vegas. Esta es la pelea que Devin Haney quería hace cuatro años, pero en 2019 todavía estaba trabajando para convertirse en un peleador de campeonato.

Vasiliy Lomachenko era visto por muchos como el mejor boxeador libra por libra en ese momento y pelear contra Haney no le interesaba.

Haney ahora es el campeón indiscutible de peso ligero (135 libras) y, aunque no está emocionado por haber sido pasado por alto anteriormente, lo ha mencionado unas 1,000 veces, le está dando una oportunidad a Lomachenko. Los dos se enfrentarán a 12 asaltos en el MGM Grand Garden Arena en Las Vegas.

“Definitivamente siento que debería haber peleado conmigo hace cuatro años”, dijo Haney, quien detuvo la báscula en 134.9 libras. “Al menos habría tenido mi oportunidad hace cuatro años. Ahora finalmente ha llegado mi hora y será peor de lo que hubiera sido hace cuatro años para él”.

Haney, quien es del Área de la Bahía de San Francisco y vive en Las Vegas, tiene marca de 29-0 con 15 nocauts. Posee los cuatro cinturones de las 135 libras. Se convirtió en el campeón indiscutible después de vencer por decisión unánime a George Kambosos Jr. en junio de 2022 en Melbourne.

Los dos pelearon en Australia ese octubre y el resultado fue prácticamente el mismo.

La ironía es que Lomachenko podría haber peleado contra Kambosos, y su manager, Egis Klimas, deseaba desesperadamente que aceptara esa pelea. Pero Lomachenko había ganado dos medallas de oro olímpicas mientras boxeaba para Ucrania y no quería quedarse de brazos cruzados mientras su país sufría la invasión de Rusia.

Entonces Lomachenko se inscribió en un batallón de defensa territorial para Ucrania.

Lomachenko, de 35 años, ha sido campeón de tres divisiones y tiene un récord de 17-2 con 11 nocauts. Las probabilidades están en su contra a medida que se acerca a las últimas etapas de su carrera en el boxeo rentado.

Entiendo que es la última oportunidad de ser indiscutible”, dijo Lomachenko, quien marcó 135 libras.

El pasaje no estuvo carente de drama. Durante el tradicional cara a cara, Haney le dio un empujón a Lomachenko. Afortunadamente, ambos salieron ilesos.