Canastota, Nueva York. Cuando la excampeona mundial Christy Martin comenzó a boxear en 1991, las oportunidades para las boxeadoras eran escasas pues se entendía que ese no era un deporte de mujeres.

No empece esta concepción, la otrora atleta demostró desde muy temprano el poder de sus puños y se labró un caminó en el boxeo rentado que la llevó a convertirse en monarca superwélter del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y a ganar gran notoriedad por su agresividad.

Una campeona dentro del cuadrilátero y fuera de él, pues estuvo a punto de morir en un incidente de violencia de género en el que su exesposo y entrenador James Martin la apuñaló y le disparó, Martin abraza su exaltación al Salón de la Fama como parte de la clase 2020 como una muestra de lo que han logrado las mujeres boxeadoras.

De hecho, ella -junto a la holandesa Lucia Rijker y la británica Barbara Buttrick- es una de las primeras tres púgiles en ser elevadas al Salón de la Fama como parte de la clase 2020. La promotora estadounidense Kathy Duva también es parte de ese grupo.

En la promoción de 2021 se reconocerá a Laila Ali, Ann Wolfe, Jackie Tonawanda y Marian Trimiar. También pertenece la doctora Margaret Goodman.

Mientras, del 2022 se reconocerá a Regina Halmich y Holly Holm.

Todo un salto cuantitativo en pro de las mujeres en el deporte de las narices chatas y así fue reconocido por Martin.

“Creo que recibir finalmente este reconocimiento después de todos estos años demuestra cuán lejos hemos llegado las boxeadoras. Yo empecé (a boxear) en 1991, y aquí estamos. Mi clase es la del 2020. Tomó mucho tiempo. ¿Pero sabes qué? Todo lo que vale, vale la pena trabajar por ello, y así lo hicimos”, apuntó Martin en medio de una firma de autógrafos celebrada el jueves en los terrenos del Salón de la Fama del Boxeo.

Martín, quien cerró su carrera con foja de 49-7-3 y 32 nocauts, sostuvo que el que se reconozcan a las mujeres boxeadoras por primera vez en la historia del salón de los inmortales del boxeo es una señal de que se ha comenzado a reconocer la valía de estas atletas.

“Esto me dice que las mujeres boxeadoras finalmente estamos empezando a obtener el reconocimiento y el respeto que merecemos y lo poderosas que hemos sido”, estipuló. “Ellos han visto que las mujeres boxeadoras añadimos a las carteleras con peleas interesantes y competitivas. La conclusión es que podemos pelear”.

La danza de los millones y Amanda Serrano

Martin reconoció que el boxeo femenino ha cambiado desde que ella debutó en los noventa. Desde la paga hasta el reconocimiento en las carteleras.

“En mi primera pelea gané $20. El mes pasado, Katie Taylor y Amanda Serrano hicieron un millón cada una. Obviamente, las bolsas han crecido tremendamente. Pero también por las redes sociales, más gente está más consciente de las boxeadoras”, razonó Martin al hacer referencia a la mega pelea de la irlandesa Katie Taylor y la boricua Amanda Serrano para definir la campeona indiscutible del peso ligero.

La reyerta fue realizada el 30 de abril en el Madison Square Garden de Nueva York y marcó la primera vez que dos mujeres protagonizan una cartelera en ese recinto. También fue la más lucrativa de todos los tiempos con una bolsa de un millón de dólares para cada una.

Taylor salió con la victoria por decisión dividida y retuvo sus cetros de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), Federación Mundial de Boxeo (FIB), Organización Mundial de Boxeo (OMB) y el Consejo Mundial de Boxeo (CMB).

Hablando de Amanda Serrano, ¿entiende que podría llegar al Salón de la Fama?, se le preguntó a Martín. Su respuesta fue contundente.

“Absolutamente. Amanda Serrano es una ‘Hall of Famer’. Una vez se retire, en cinco años. No hay dudas de eso”.