¿Por cuánto dinero estaría dispuesto a que lo noquearan y provocaran una doble fractura de mandíbula?

El youtuber estadounidense de 28 años Jake Paul habría recibido cerca de 92 millones de dólares por enfrentar a Anthony Joshua, boxeador británico de 1.98 metros de altura (6 pies 6 pulgadas), dos veces campeón mundial de peso pesado y medallista de oro olímpico.

La cifra corresponde a su parte de una bolsa total estimada en 184 millones de dólares, acordada para el combate disputado en Miami y transmitido por Netflix.

Paul nació en 1997 en Cleveland y comenzó su carrera pública en 2010 como creador de contenido en Vine, donde rápidamente acumuló millones de seguidores. Luego dio el salto a YouTube y la televisión, participando en un programa de Disney Channel. Esa etapa fue clave para construir una base masiva de audiencia joven, que con el tiempo se transformó en su principal activo económico. Su estilo provocador y polémico le permitió mantenerse constantemente en la conversación digital y monetizar su visibilidad mucho antes de subirse a un ring.

Relacionadas

Apoyado en ese poder mediático, en 2020 decidió incursionar en el boxeo profesional. La idea fue recibida con escepticismo por el mundo del deporte, pero no por la industria del entretenimiento. Sus primeras peleas fueron contra influencers y figuras mediáticas, eventos que, si bien carecían de gran calidad técnica y deportiva, generaban millones en visualizaciones, patrocinios y venta de entradas.

En octubre de 2022 venció al excampeón de UFC Anderson Silva por decisión dividida, mientras su primera derrota llegó en febrero de 2023 ante el británico Tommy Fury. En noviembre de 2024 protagonizó el combate más mediático de su carrera hasta ese momento, enfrentando a Mike Tyson, retirado y con 58 años, en un evento que generó cerca de 40 millones de dólares solo para Paul, casi el doble de lo que recibió Tyson.

El último rival

En 2020, mientras Paul se iniciaba en el ring, Anthony Joshua era uno de los nombres más sólidos del boxeo global y retenía su título de campeón de peso pesado. Cinco años después, ambos protagonizaron un combate impensado, pero con lógica económica. La pelea se convirtió en uno de los eventos más lucrativos del boxeo reciente. La bolsa total de 184 millones de dólares ubicó el combate en una liga comparable a grandes hitos comerciales como Mayweather-Pacquiao o McGregor-Mayweather. A diferencia de esos encuentros, este no se apoyó en el pay-per-view tradicional, sino en Netflix.

Además del dinero pactado entre los boxeadores, el evento generó ingresos significativos por otras vías. La venta de entradas habría recaudado unos 15 millones de dólares, con tickets promedio por sobre 700 dólares y ubicaciones premium que superaron los 25 mil dólares. A eso se sumaron acuerdos comerciales y patrocinios, que analistas estimaron en torno a 35 millones, impulsados por marcas interesadas en la exposición global que garantiza una figura como Paul.

Para el combate se pactaron ocho rounds de tres minutos cada uno. Casas de apuestas y expertos coincidían en que Paul no resistiría más de tres asaltos. Contra todo pronóstico, logró llegar al sexto round en una pelea poco vistosa, marcada por su constante desplazamiento y las dificultades iniciales de Joshua para conectar golpes claros. Tras 16 minutos, Paul bajó la guardia y Joshua conectó un derechazo que lo dejó en la lona. El juez decretó el nocaut y dio por vencedor al excampeón mundial.

Al día siguiente, Paul publicó en redes sociales una imagen de su rostro y una radiografía: “Mandíbula doblemente rota. Denme a Canelo en 10 días. El corazón y los h…s intactos. Es momento de descansar, recuperarme y volver al peso crucero”, escribió en X.

En los últimos años, el youtuber ha insistido en que su objetivo es convertirse en campeón mundial de boxeo y que puede vencer a cualquier rival. Sin embargo, sus peleas han dejado dudas en lo estrictamente deportivo, al enfrentar en su mayoría a rivales retirados o de otras disciplinas. Aun así, su capacidad de convocar audiencias masivas lo convierte en una de las figuras más rentables del deporte y espectáculo actual.