Juan Manuel López inició el 2008 peleando prácticamente en el patio de su 'casa', la cancha Héctor Solá Bezares de Caguas, y lo finalizó en el MGM Grand de Las Vegas, Nevada. En el ínterin, ganó el campeonato mundial súpergallo de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) y en las cuatro ocasiones en que subió a un ring este año, siempre ganó por nocaut, los tres últimos de ellos conseguidos en el mismo primer asalto.

Sin dudas, López tuvo un 2008 excepcional. Subió a la cúspide del boxeo y sentó las bases para lo que se perfila como una gloriosa carrera en el pugilismo.

Primero, noqueó en el tercer asalto a Jonathan Oquendo en un combate celebrado en febrero. Luego logró su triunfo más resonante hasta el momento, cuando noqueó al mexicano Daniel Ponce de León en junio para ganar el título de las 122 libras. Meses después, concretamente en octubre, defendió con éxito ante César Figueroa y repitió la dosis a Sergio Medina en diciembre.

Por todo lo anterior, el púgil junqueño, de 25 años de edad, fue elegido por PRIMERA HORA como el Atleta del Año 2008.

A continuación, nuestra entrevista con el campeón y figura del año al que ya todos conocen simplemente como “Juanma”.

 

¿Qué te parece que, en un país en el que hay tanto deportista, hayas sido escogido como Atleta del Año de PRIMERA HORA?

—No tengo palabras (se ríe). Son cosas que me las dicen y yo trato de no emocionarme, pero son cosas grandes. ¡Wow!... Yo siempre menciono a (Félix) “Tito” Trinidad, mi ídolo, y veía cómo él lograba todas estas cosas. Y no es que crea que estoy reemplazando a Tito, porque las cosas que él logró son mucho más grandes, pero tal vez pueda sentir un poquito de lo que él sentía. Pensaba que algún día llegaría, pero no tan rápido.

Resume lo que el 2008 fue para ti

—Yo creo que el 2008 ha sido el año más feliz de mi vida. Me han pasado cosas tan bonitas que yo no esperaba que me fueran a suceder, como ganar el título de la manera en que lo gané y defenderlo como lo defendí. Además, ganarle a Jonathan Oquendo que, aunque yo sabía que era superior y le había ganado anteriormente, esa victoria me consagró con el público de Puerto Rico. Y en mi vida personal, creo que me he centrado más en mi familia. El apoyo de mi esposa y mis hijos ha sido mucho más fundamental que nunca antes en mi vida.

¿Crees que es el año en que más ha cambiado tu vida?

—Definitivamente. Mi vida ha cambiado en todo. La fama, el cariño que el público ha demostrado hacia mí... Desde que comenzamos en el 2005 la gente venía conociéndome, pero este año es cuando más cariño me han demostrado. Ha cambiado la situación económica de mi familia. Dentro del deporte, la responsabilidad ha crecido. Hoy en día, aunque he ganado las últimas tres peleas en el primer asalto, yo sé que las cosas se van a poner más difíciles. (Van a aparecer) rivales de más peligro. Nosotros sabemos que va a ser así. Por eso estamos trabajando con más esfuerzo.

En menos de un año pasaste de celebrar una pelea en Caguas a formar parte de uno de los eventos más grandes del boxeo como fue la pelea de Oscar de la Hoya y Manny Pacquiao el pasado 6 de diciembre en Las Vegas, actual meca del boxeo. ¿Pensabas que iba a pasar así de rápido?

—Ya nosotros habíamos peleado en Las Vegas en la cartelera de Erick Morales y Manny Pacquiao II, pero esta cartelera (De la Hoya-Pacquiao), por estar en televisión y ser una cartelera espectacular, fue algo bien, bien, bien grandioso. Cuando empezó el año, honestamente no esperaba que sucediera. Tampoco esperaba ganar el título de la manera que lo gané y mucho menos defenderlo así (sus dos defensas por nocaut en el primer asalto). Los trabajos que hemos hecho han dado frutos.

¿Hay algo que te hubiese gustado que cambiara del 2008?

—Mira, éste ha sido un año tan excelente que no sé si haya algo que quiera cambiar. Tal vez haberle dado más acción al público. Siempre me ha gustado complacer al público, pero yo no tengo la culpa de que (mis rivales) se hayan caído en el primer asalto. Pero, tal vez me hubiera gustado durar más rounds, pero todavía me quedan siete años más de carrera y en esos siete años verán un poco más de acción.

Ahora que se acaba el 2008, ¿por qué vas a brindar este 31 de diciembre?

—Mira, voy a brindar por los logros que he tenido y definitivamente porque Papito Dios me ha permitido mantenerme unido a mi familia. Muchas personas creen que yo menciono a mi familia para ganarme al público o por imagen, pero no. Yo soy feliz de tener la familia que tengo. Uno nunca sabe lo que pueda pasar en el futuro, pero al día de hoy estoy con ellos y estoy feliz de eso. Brindo por los éxitos que Dios me ha ayudado a tener y porque me dio una gran familia.

¿Cómo vislumbras el 2009?

—Tal vez mucha gente está dudosa sobre mi calidad como boxeador y piensan que ha sido suerte. Yo creo que el 2009 me va a ayudar para demostrarle a las personas que estoy aquí porque tengo la calidad. En el 2009 espero hacer esa anhelada (pelea) unificatoria con Israel Vázquez. Mucha gente se pregunta por qué Israel Vázquez, con tanto boxeador que hay, pero yo pienso que los mejores deben pelear con los mejores. Yo creo que el mejor de la división soy yo, pero según los expertos, por las batallas que ha tenido, él es el mejor. Así que yo tengo que pelear con el mejor”.

Eso nos lleva a la próxima pregunta, ¿qué le pides al 2009?

—Que me ayude a llegar a la unificación. Ésa es mi gran meta, porque sé que ésa va a ser la pelea que me va a dar la consagración con el público, especialmente fuera de Puerto Rico.