Para Félix “el Diamante” Verdejo y Christopher “Pitufo” Díaz, compartir un escenario se ha convertido en una costumbre. Ellos prefieren calificarlo como una tradición.

Los púgiles se conocieron mientras estudiaban en el Albergue Olímpico en Salinas. Cultivaron una amistad que ha crecido con el pasar del tiempo. Ahora que persiguen sus propios sueños dentro del boxeo rentado, son esos lazos los que alimentan los deseos de que algún día sean campeones mundiales simultáneamente. 

Desde el 2013, han coincidido en 12 carteleras y el próximo 3 de febrero estarán nuevamente en la misma tarima durante una función que  ha sido programada para el coliseo Roberto Clemente.

Verdejo y Díaz compartieron ayer  con Primera Hora el significado de la relación, y cómo se apoyan mutuamente para cumplir con las expectativas que descansan sobre ambos.

“Christopher me da esa motivación que hace falta. A veces, cuando uno está entrenando, se siente solo porque está acuartelado. Se necesitan esas energías extras, ese apoyo de un hermano que está a mi lado. Es bonito escuchar motivaciones de una persona que hace lo mismo que uno”, confesó Verdejo, quien enfrentará a Oliver Flores en su regreso al ring desde el pasado junio. “Nos motivamos mútuamente”.

Una vez se graduaron del  Albergue Olímpico, cada cual siguió su propio camino. Eventualmente, el destino los unió bajo la tutela del entrenador Ricky Márquez.  

“Me comuniqué con Félix para   comenzar a entrenar juntos, volver a los tiempo de antes. Creo que nuestra amistad se ha reforzado a través de los años y cada vez es más sólida. Esa unión que existe entre nosotros ha sido un éxito”, sostuvo Díaz.

El pasado agosto, Verdejo sufrió un accidente mientras conducía una motora. Eso representó un potencial escollo su futuro como boxeador. Pero Díaz fue uno de tantos allegados que le ofreció su apoyo, y entiende que la motivación que le brindó fue su mayor aportación en ese tiempo.  

“Le decía que los amigos estamos en las buenas y las malas. Estuve para apoyarlo y pronto estaremos nuevamente en el mismo escenario para darle una gran noche para Puerto Rico”, dijo Díaz.

 Verdejo, por su parte, agradece todas las muestras de apoyo de su amigo.

“A veces uno necesita ese esfuerzo, esas palabras de aliento y se graduó como un hermano. Estamos para ayudarnos mutuamente”.

De los dos, Verdejo es el nombre más reconocido en el ámbito del boxeo y es considerado como la principal promesa de Puerto Rico. Para Díaz, eso es otra motivación. 

“El que Félix esté más arriba me motiva a seguir hacia adelante. Ya él tiene su imagen, ha estado en HBO y haciendo peleas grandes. Me llena de orgullo que esté en esas grandes cadenas, y algún día llegaré a pelear como lo está haciendo Félix y entonces no será uno, sino dos los que estemos en HBO”.

Arduo trabajo

Ambos  llevan cuatro semanas acuartelados juntos en preparación para sus respectivos compromisos del 3 de febrero. Durante ese tiempo,  comparten impresiones sobre los entrenamientos que realizan y, además, no dejan de pensar en la posibilidad de que ambos estén peleando por títulos mundiales en la misma velada.

“No es común en el boxeo tener esta oportunidad de entrenar juntos y estar en las mismas carteleras. Para mí es un honor. Es bonito hacer las cosas y triunfar juntos. Es lo que queremos dentro de Team Diamante”, compartió Verdejo (22-0, 15 nocauts).

Asimismo, Verdejo confía que  el hábito de estar en la misma cartelera se extienda más allá del 3 de febrero.

“Entiendo que no será  la última vez. Si esto sigue así, puede ser que podamos pelear en las mismas carteleras hasta que nos retiremos. El pueblo nos apoya y eso es lo importante”, sostuvo.

 Díaz, por su parte, confesó que disputar títulos mundiales en el mismo escenario está en la lista de peticiones.

“Algo que hemos hablado es pelear juntos en HBO y cada vez estamos más cerca. Es cuestión de seguir trabajando para que  los sueños lleguen”, concluyó Díaz (19-0, 11 nocauts, quien medirá fuerzas con Efraín Esquivias (17-5-1).