Junto Nakatani intentará seguir los pasos de su compatriota Naoya Inoue, quien completó la transición desde Japón para darse a conocer en Estados Unidos, cuando arriesgue el cinturón de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), versión de las 112 libras, ante el puertorriqueño Ángel “Tito” Acosta.

Para Nakatani, representará la primera defensa titular y, además, debutará en el mercado estadounidense.

Querio vivir el sueño americano”, dijo Nakatani a través de un intérprete desde Tucson, Arizona. “Sería un sueño estar en el mismo nivel de Inoue”.

El púgil de 23 años hizo sus primeros 21 combates en Japón y, de hecho, el plan original era que Acosta viajara hacia el oriente para el evento. Sin embargo, las restricciones para entrar y salir del país para contener la propagación del virus COVID-19 obligó unos atrasos. Nakatani indicó que eso dificultó los entrenamientos, pero aseguró que está listo para el reto de Acosta.

En Japón establecieron unos protocolos que todos debíamos seguir. Fue difícil hacer las sesiones de guanteos con los integrantes de mi escuadra de boxeadores, pero entiendo que se hizo todo lo necesario para la pelea contra Acosta”, indicó.

Asimismo, reconoció que el puertorriqueño representará una formidable prueba.

“Observé su pelea contra (Kosei) Tanaka, así que tengo una buena idea de lo traerá. Básicamente me presionará, pero esto es un evento grande que me ayudará a desarrollar mi nombre como peleador”, dijo.

En peso ambos gladiadores

Tanto Acosta como Nakatani marcaron 112 libras durante los pesajes oficiales de los participantes del evento en Casino del Sol.

Me siento cómodo y fuerte. No es tan difícil, aunque uno siempre trabaja para hacer el peso, esta vez no me tuve que sacrificar durante los últimos días ante del pesaje. Cuando pelea en 105 libras, el día antes casi ni comía para perder esa libra que faltaba. Ahroa no. Pude comer bien todos los días, lo que hace una gran diferencia”, aseguró Acosta.