En pasados días, en Santiago de Tianguistenco, México, familiares y amigos del fenecido peleador mexicano Salvador Sánchez realizaron una actividad de recordación en el marco del luctuoso aniversario número 40 de su muerte.

Sánchez, siempre en recordado en Puerto Rico porque fue el primer boxeador que logró derrotar a Wilfredo Gómez, y dicha victoria por la vía del nocaut en el octavo asalto el 21 de agosto del 1981. El mexicano hacía una defensa de su título pluma del Consejo Mundial de Boxeo. El boricua, quien buscaba coronarse en una nueva división y era campeón súper gallo también del CMB, llegó a la batalla comandando una racha de 33 victorias por nocauts y 14 de ellas en defensas de su título.

Pero ese día, Sánchez fue muy superior desde el primer asalto, en el que por poco noqueaba al boricua, quien antes del combate había predicho que lograría una victoria y terminaría la batalla “de pie o muerto, pero nunca de rodillas”.

Lo cierto es que Gómez, sin embargo, no llegó con su mejor preparación y pagó un alto precio. Y aunque siguió siendo campeón en su división, tenía en su interés el poder algún día vengarse de Sánchez. Pero ello nunca se logró porque el mexicano murió casi un año después en un accidente automovilístico.

Ya de eso, sucedido el 12 de agosto del 1982, han pasado 40 años. Y quienes amaron en vida a Sánchez, y los que lo han amado por ser una leyenda del boxeo, no lo han olvidado.

Según en reportaje de la página del Consejo Mundial de Boxeo, el pasado viernes cientos de personas se reunieron en la Parroquia Santiago Apóstol de Tianguistenco para celebrar una misa en honor a su ídolo.

El Padre Fernando Hernández Torral, encargado de oficiar la ceremonia religiosa, según lo publicó el CMB, enalteció y recordó al quien fuera campeón mundial pluma.

Mientras, en el panteón municipal y con música de mariachis de fondo, la señora madre del púgil, María Elena Narváez, y la familia del ex campeón colocaron una ofrenda floral en su memoria.

Después teniendo como escenario el Auditorio Municipal se desarrollaron peleas amateur con la participación de jóvenes originarios de Tianguistenco y de municipios aledaños, además de la Ciudad de México.

Salvador -según contó su madre- fue un hombre dedicado y responsable que jamás se rindió, que conquistó el sueño que significó el campeonato mundial al vencer a Danny “Coloradito” López en una noche de gloria para el boxeo mexicano.

Y para todos los preentes, sus dos más grandes triunfos fueron ante Gómez y el ghanés Azumah Nelson, en dos peleas que pasaron a la historia entre las mejores que se hayan visto en peso pluma.

Entre otros peleadores que dijeron presente a la actividad estuvieron Pipino Cuevas, César Bazán, Guadalupe Martínez, Juan Hernández, Rafael Limón, Adrián Hernández, José Antonio Aguirre y el “Tokio Santa” Miguel Ángel González.\