
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 16 años.
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Duró poco la tregua.
La tensa relación que por meses han vivido Evangelista Cotto y el campeón mundial Miguel Cotto tuvo otro capítulo crítico ayer cuando el entrenador y manejador de boxeo presentó una demanda civil en contra de su sobrino en la que reclama una compensación de 7.5 millones de dólares por daños y perjuicios, incumplimiento de contrato y cobro de dinero.
La demanda, que fue presentada en la tarde de ayer en el Tribunal de Primera Instancia de Caguas, e incluye además a Melissa Guzmán, esposa de Miguel, y la sociedad de bienes gananciales por ellos compuesta, a Promociones Miguel Cotto y a MACV, Inc., entre otros.
Según se desprende del documento de nueve páginas en poder de Primera Hora, la demanda tiene como base “el incumplimiento por parte de Miguel Ángel Cotto, sus agentes y/o corporaciones, de sus obligaciones contractuales ante el señor Evangelista Cotto. Además, la demanda se basa en actos culposos e intencionales de Miguel Ángel Cotto ocurridos en Caguas el 7 de abril de 2009, día en que el boxeador Miguel Ángel Cotto agredió brutalmente a su tío causándole serios daños y perjuicios”.
Según el texto de la demanda, Miguel debe responder por los actos de agresión contra su tío y además se le acusa al campeón de romper unilateralmente su relación profesional con su manejador y entrenador.
“Esto ha sido una situación sumamente difícil para mí y para mi familia. Son muchos años de compromiso y afecto”, indicó Evangelista Cotto sobre la demanda en declaraciones escritas. “Tener que aceptar que una persona tan cercana a uno por tantos años actúe de esa manera. Uno se siente que el esfuerzo y el trabajo de tantos años no ha sido agradecido. Yo no le deseo esto a nadie”.
Evangelista es representado por el licenciado Carlos Dalmau Ramírez.
La parte demandante reclama que Miguel le adeuda a su tío el 23 por ciento del ingreso generado por el púgil a partir del 11 de abril de 2004, cuando se proclamó campeón mudial, cifra que asciende a $4,565,500.
Según la demanda, el contrato que existía entre tío y sobrino desde el 8 de enero de 2001, especificaba que Evangelista cobraría el 10 por ciento del importe de todo ingreso de sus peleas y otro 10 por ciento por ingresos relacionados con promociones, pero tan pronto se proclamara campeón mundial, la compensación aumentaría automáticamente a un 33 por ciento.
“No obstante, Miguel Ángel Cotto no ajustó la compensación debida al señor Evangelista Cotto según era su obligación contractual, y en su lugar, siguió pagándole al manejador el equivalente del 10 por ciento aproximado del contrato de cada pelea”, reza el escrito, en el que además detalla que Evangelista no recibió ningún pago por ingresos relacionados con las promociones, endosos comerciales del boxeador, ni tampoco una compensación separada por sus servicios como entrenador.
De igual forma, reclaman $750,000 por concepto de endosos y promociones y $1,500,000 por los ingresos recibidos por los derechos de transmisión televisiva desde el 2001 al presente.
En la demanda, además, exige una indemnización de $500,000 por daños y perjuicios relacionados con el incidente en que se liaron a golpes el pasado 7 de abril en una reunión que sostuvieron en el gimnasio Bairoa en Caguas.
“Desde el comienzo de la reunión, Miguel Ángel Cotto mostró una conducta agitada y agresiva hacia el señor Evangelista Cotto. De repente, y sin previo aviso, el boxeador agredió súbita y violentamente al señor Evangelista Cotto golpeándole con los puños en la cara y en el cuerpo”, dice sobre el incidente.
“El señor Evangelista Cotto perdió el conocimiento y cayó al piso... la atroz agresión provocó que el señor Evangelista Cotto sufriera fractura en la nariz, laceraciones en el área de los ojos, hinchazón en los pómulos, la quijada lacerada, contusión en la cabeza y varios hematomas y golpes en el cuerpo, entre otros daños físicos”, indica la demanda, que especifica además que a raíz del altercado físico, Evangelista sufre problemas de respiración y quedó afectada la visibilidad por uno de sus ojos, entre otros síntomas.
“Se han dicho muchas cosas sobre el incidente del 7 de abril y sobre mi persona que no son ciertas. Mi deseo es que el proceso permita que se pueda hacer justicia”, indicó Evangelista en sus escuetas declaraciones.