Caguas. Un puñado de boxeadores bajo la tutela del entrenador y otrora dos veces campeón mundial, Iván ‘Iron Boy’ Calderón estaban sin un lugar adecuado para entrenar mientras los gimnasios públicos y privados continuaban cerrados por las órdenes del gobierno por causa de la pandemia del COVID-19.

Ante esa circunstancia, Calderón optó por no quedarse de brazos cruzados.

Por ello, recogió un saco, dos peras fijas, varios guantes, además de un par de guanteletas, y se las llevó para su residencia en Caguas para así ofrecerle a los jóvenes un espacio digno para completar sus rutinas de entrenamiento.

“Cuando me percaté que esto del coronavirus sería un proceso largo, pero que los promotores comenzaron a tener la idea de montar eventos sin público, pensé que mis boxeadores no estarían en condición y si nos llaman para pelear no estarían listos”, relató Calderón.

Fue así que Calderón tomó la decisión de transformar la terraza de su casa en un pequeño gimnasio con el equipo básico que todo boxeador puede necesitar.

Cuando uno se va, paso un mapo para desinfectar. Tengo hand sanitizer, pero cada cual tiene que traer su equipo de entrenamiento. Lo único que proveo es el saco y las peras

-Iván Calderón / Entrenador y excampeón mundial

“Por los menos el espacio está disponible para que se puedan mover. Después que transcurrió como un mes, tomé la decisión porque me estaba sintiendo más cómodo en cómo bregar con la situación, aprendiendo del virus para que puedan venir a mi casa”, continuó Calderón.

Antes de abrir las puertas de su hogar, Calderón se hizo la prueba para detectar el coronavirus, al igual que los boxeadores Jean Carlos ‘El Lobo’ Torres y Yomar Álamo, entre otros.

“Una vez nos hicimos las pruebas, comencé a citarlos por hora. Desde las 9:00 a.m. hasta las 6:00 p.m. tengo seis boxeadores. No puedo recibir a los aficionados porque muchos padres están preocupados y como no hay peleas de aficionados, no se iban a arriesgar. Decidí arriesgarme, mantener a mi familia dentro de la casa cada vez que los muchachos vinieran”, relató.

Calderón, además, estableció un protocolo para minimizar la posibilidad del contagio.

“Cuando uno se va, paso un mapo para desinfectar. Tengo hand sanitizer, pero cada cual tiene que traer su equipo de entrenamiento. Lo único que proveo es el saco y las peras”, sostuvo.

De hecho, Calderón donará el equipo para que otro gimnasio le saque provecho una vez reciba unos nuevos que ordenó.

Los cierres de los gimnasios por el coronavirus llevó a Iván Calderón (derecha) optar por hacer algo para ayudar a los púgiles.
Los cierres de los gimnasios por el coronavirus llevó a Iván Calderón (derecha) optar por hacer algo para ayudar a los púgiles. (David Villafane/Staff)

Por otro lado, resaltó que se ha percatado que los boxeadores se presentan para entrenar con mayor ahínco.

“He visto que vienen más motivados. No es lo mismo practicar en sus casas con sus papás o solos. El ánimo no es igual que explicándoles, motivándolos para que se sientan como si estuvieran en el gimnasio”, recalcó.

Torres (18-0, 14 KO) agradece la iniciativa de Calderón.

“No muchos entrenadores hacen lo que hizo Iván, de permitirnos venir a su casa. Eso es digno de admirar porque demuestra que no es un entrenador cualquiera, sino más personal, más amigo que entrenador, y eso vale mucho. Me siento más motivado porque en los gimnasios hay más personas y distracciones”, señaló Torres.

Álamo coincidió con Torres.

“Nos da un sentido de tranquilidad entrenar con Calderón y no en mi casa que no tengo ese mandato de cómo hacer las cosas”, concluyó Álamo, quien reveló que podría pelear el 14 de agosto en el estado de Florida.