Durante buena parte de una década, Iván “Iron Boy” Calderón dominó los pesos pequeños como muy pocos en la historia del boxeo rentado.

Calderón (35-3-1, 6 KO) nunca desarrolló una pegada comparable con el mexicano Ricardo “Finito” López, pero siempre presentó emocionantes combates gracias a su estilo defensivo.

Dos años después de iniciar su carrera profesional, Calderón conquistó su primer cetro mundial minimosca de la Organización Mundial de Boxeo (OMB). Lo defendió exitosamente en 11 ocasiones.

Incluso, en raras veces perdió un asalto.

En agosto de 2007, ascendió a las 108 libras con miras a retar al entonces monarca Hugo Cázares. Calderón se dirigió al pleito en clara desventaja en peso, alcance, pegada y fortaleza. Sin embargo, la determinación del boricua fue superior y se agenció el cetro a pesar de haber sufrido una caída.

Arriesgó y retuvo con éxito la corona júnior mosca de la OMB antes de sufrir su primera derrota ante Giovani Segura en una pelea de unificación.

Calderón cayó por segunda vez ante Segura antes de regresar a las 105 libras, donde falló en su intento por reinar nuevamente.