Jamel Herring enfrentó un arduo camino para llegar a la cima de la división júnior ligera (130 libras).

El púgil es un veterano del Ejército de Estados Unidos que sufrió trastorno de estrés postraumático (PTDS, por sus siglas en inglés) cuando regresó de Irak, situación que se agravó cuando trágicamente perdió a una hija.

Sin embargo, Herring utilizó esas amarguras a su favor mientras perseguía su sueño de ser campeón mundial, meta que alcanzó en mayo de 2019 cuando derrotó Masayuki Ito por el cetro de la Organización Mundial de (OMB), precisamente en el décimo aniversario de la muerte de su hija.

El martes, 14 de julio Herring arriesgará por segunda ocasión la faja de las 130 libras, esta vez ante el puertorriqueño Jonathan “Polvo” Oquendo durante la serie de carteleras que la empresa promotora Top Rank está presentando en “La Burbuja” dentro del MGM Grand Conference Center.

“Trabajo duro y creo en mí. He pasado por muchas situaciones difíciles, pero nunca me rendí. Mientras ponga mi empeño, puedo alcanzar la meta que sea”, compartió Herrring con Primera Hora.

“Hago las cosas correctamente porque primero soy padre y en mi casa quiero dar el ejemplo de que hay que hacer lo mejor siguiendo el camino correcto”.

Herring sostuvo que el tiempo que estuvo en los Marines adquirió las herramientas para ganar impulso en el boxeo rentado.

“Entré al Army a los 17 años, es demasiado inmaduro, así que definitivamente moldeó mi fortaleza mental. Al principio quería seguir las tradiciones de los Marines, pero ahora es dejar una marca. No estoy buscando hacer una ridícula cantidad de dinero con el boxeo al nivel de Floyd Mayweather, Jr. Simplemente lo suficiente para darle a mi familia una vida cómoda y, tal vez, eso lo lograría ganando otro título mundial en un peso distinto”, mencionó.

Primero, Herring sabe que deberá lidiar con Oquendo, quien comparte esa ambición de obtener una faja mundial.

“Respeto a Oquendo y no estoy mirando más allá de él. Cualquier persona que suba a un ring tiene mi respeto. Ha estado contra rivales de alto nivel y seguramente me supera en experiencia. Me dieron la oportunidad cuando personas no creían en mí y quizás vieron lo mejor de mí contra Ito, pero también sé que si es difícil hacerse campeón mundial hay que trabajar el doble para mantenerse. No me puedo quedar complacido por haber ganado un título mundial, tengo que vencer a quien sea que tenga al frente”, concluyó.