Cuando Jamel Herring recibió la noticia de que sería necesario posponer por una segunda ocasión su defensa contra el puertorriqueño Jonathan ‘Polvo’ Oquendo por haber dado positivo al coronavirus, no pudo evitar sentirse desalentado.

Sin embargo, el campeón junior ligero (130 libras) de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) aseguró que superó ese sentimiento y está concentrado en el combate del sábado dentro de “La Burbuja” en el MGM Grand Conference en Las Vegas, Nevada.

“Las cosas suceden por una razón. La segunda cancelación fue desalentadora porque uno no sabe lo complicado que puede ser una pandemia, pero aproveché para estar en mi casa acompañado de mi familia y, honestamente, físicamente me siento mejor ahora que el pasado julio”, aseguró Herring (21-2, 10 KO).

Originalmente, el combate fue programado para el 2 de julio, luego fue cambiado para el 14 de julio. En ambas ocasiones, Herring arrojó positivo al COVID-19, lo que forzó las posposiciones.

“Estoy deseoso de estar nuevamente en mi zona de confort, sacudir un poco el moho que pueda tener para demostrar lo que puedo hacer. Reconozco que Oquendo es un rival fuerte, es un oponente que ha estado en mi mente desde hace tiempo y espero una gran pelea”, sostuvo.

Herring ha mencionado que en la distancia le podría esperar un compromiso con Carl Frampton, quien ha sido campeón mundial en dos ocasiones. No obstante, está reacio en mirar más allá de Oquendo dado que una derrota arruinaría los planes.

“No estoy pensando en otra pelea que no sea la de Oquendo. Muchos boxeadores cometen el error de tener demasiadas cosas en la mente y así es como ocurren las sorpresas. Simplemente me siento agradecido por la oportunidad de estar en el ring nuevamente”, concluyó.