Juanmita López de Jesús en plena gratitud con su comunidad del Residencial Turabo Heights de Caguas
En el marco del Día de Acción de Gracias, el boxeador ofreció una clínica, que incluyó conversaciones con los niños de su vecindario.
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En días que nos recuerdan lo valioso de agradecer, el prospecto boricua Juanmita López de Jesús sintió el deseo de devolverle a su comunidad del Residencial Turabo Heights de Caguas, que lo ha visto crecer durante los últimos nueve años, un poco del cariño recibido.
Allí, muy cerca de su hogar, el joven boxeador impartió clínicas de boxeo a 20 niños entre siete a 10 años de edad, divididos entre 16 varones y cuatro féminas, con quienes compartió historias, alguna que otra técnica y mensajes de motivación.
“Ellos me han visto desde mi inicio, me han visto desde que a Juanmita no era un nombre establecido, cuando Juanmita todavía era un simple nene que soñaba con estar en la posición en la que estamos hoy. Es una manera de devolverles a ellos todo ese apoyo y todas esas bendiciones que me han brindado”, compartió el peleador a Primera Hora en una conversación vía telefónica en el marco del Día de Acción de Gracias.
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“Eso fue como usar los talentos que me dio Dios para poder inspirar a otros. Gracias a Dios tenemos ahora la oportunidad de estar en una posición en la que inspiramos a niños pequeños y adolescentes a que hay algo más allá en la vida”, manifestó.
Juanmita utilizó la actividad para que los menores entendieran el verdadero sentido del boxeo como deporte.
“Estuvimos charlando un poquito con ellos. Enseñándoles que el deporte del boxeo no es simplemente de violencia, sino que es una disciplina que se practica reguladamente, y que lo que se aprende es para hacerlo en el deporte y no en la calle o para aprovecharse de la ventaja que tienen sobre otras personas. Que el deporte del boxeo es algo que te puede sacar adelante y dar muchas oportunidades como me las ha dado a mí“, aseguró.

López de Jesús aprovechó la ocasión para transformar percepciones negativas sobre los residenciales públicos. El boxeador, de 19 años, nació en el Residencial Bonneville Heights de la ciudad criolla, pero luego vivió en diversas casas de su papá, el excampeón mundial Juan Manuel “Juanma” López, hasta que “por circunstancias de la vida”, volvió a una vivienda pública.
“Sabemos que muchas veces se cree que en los residenciales lo que hay son cosas violentas y cosas difíciles de pasar en la vida y los puedo inspirar a que yo también vengo de aquí, que se puede salir adelante y hacer muchas cosas buenas”, sostuvo el peleador.
El favorito de sus vecinos
Para Juanmita, fue un evento especial, pues no es un invitado desconocido, es el vecino de los menores, que lo consideran, igual que a su hermana, la también púgil, Belisa López de Jesús, sus boxeadores favoritos.
“Muchos de ellos los conozco desde hace tiempito y siempre me han dicho que les gusta el boxeo -alguno les gusta pelear-“, comentó entre risas. ”Cuando le preguntamos, que fue algo que me emociona bastante, quiénes eran sus peleadores favoritos éramos mi hermana y yo”, contó.
Mientras compartía con sus vecinos, Juanmita recordó que son los propios niños y familiares quienes lo tienen en el lugar que se encuentra.
“No me considero famoso, sí reconocido. Y si tenemos un reconocimiento es por esas personas de la comunidad que compran los boletos cuando yo voy a pelear o cuando los artistas van a cantar”.
Un año de crecimiento y sueños
El cagüeño debutó en el boxeo profesional el pasado febrero con un nocaut ante el estadounidense Bryan Santiago en el Teatro del Madison Square Garden de Nueva York. Desde entonces, ostenta marca de 4-0, con dos anestesiados y se encamina a su quinta pelea en el Coliseo José Miguel Agrelot de Puerto Rico el próximo 31 de enero.
Aunque, al momento, desconoce su rival, Juanmita será parte de la cartelera unificatoria del también puertorriqueño, el campeón de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) de las 154 libras, Xander Zayas.
Zayas enfrentará al alemán y monarca de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), Abass Baraou.
“Esta semana, si algo por lo que daré gracias, es por este año tan bonito que hemos tenido y esta carrera que hemos ido cosechando poco a poco. Cuando me preguntaban en la escuela cuál iba a ser mi profesión, yo decía que era boxeador. Así que estoy bien contento de que se me está dando poco a poco lo que siempre he soñado y pelear en el Coliseo de Puerto Rico es lo que siempre soñé”, admitió el boxeador.
Reflexionando sobre lo vivido, Lopez de Jesús agradeció particularmente a su madre, Bárbara de Jesús, su padre, hermanos y equipo de trabajo.
“Mis papás son las personas más grandes que tengo en mi vida, aparte de papá Dios. Ellos son los número uno. Si hay alguien por lo que yo hago las cosas es por ellos”, relató.
“Esas son las personas que les agradezco por estar ahí, por nunca dejarme solo y nunca dejar de cuidarme a la espalda”, concluyó sobre las demás personas que han estado en su desarrollo.


