Juez atenderá la petición de congelación de los activos de Tito Trinidad este jueves y viernes
El juez Arnaldo Castro Callejo forzó a los abogados de Banco Popular y del expúgil a ponerse de acuerdo en ciertos asuntos hoy para poder ver la petición.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 5 años.
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Los abogados de Banco Popular de Puerto Rico y del exboxeador Félix ‘Tito’ Trinidad estuvieron reunidos durante dos horas de la tarde de hoy martes discutiendo sus respectivas propuestas de presentación de documentos, testigos y hechos en preparación para las vistas pautadas para este jueves y viernes que buscan resolver una Solicitud Urgente de Remedio Provisional de Aseguramiento de Sentencia que ha solicitado la institución bancaria.
La petición fue radicada por Banco Popular el pasado noviembre como un remedio para congelar activos del expúgil como fuente de repago a una deuda de más de $15 millones que la institución le reclama a Trinidad. A mediados de febrero, los representantes legales de ambos bandos intercambiaron unas propuestas, pero ayer al llegar para una vista de marcar prueba dejaron saber al juez Arnaldo Castro Callejo que aún no tenían acuerdos.
María Dolores Trelles, del Banco Popular, y Eric Quetglas, abogado de Trinidad, presentaron sus respectivos argumentos y relataron que intercambiaron correos electrónicos, pero que no se reunieron para identificar los documentos que no están en controversia y en cuáles sí. Para Castro Callejo, los esfuerzos se quedaron cortos. Ante eso, el juez los regaño y los forzó a reunirse y llegar a acuerdos.
“El tiempo del tribunal es valioso. El tiempo de cada uno de ustedes es valioso. Las órdenes de este tribunal son para que se cumplan. En noviembre (2019) se emitió una orden provisional y han tenido suficiente tiempo para que conozcan sus argumentos. Les ordené a las partes desde el principio que indiquen los documentos y los hechos que aparentemente son sencillas de estipular”, dijo el juez en la sala 602 del Tribunal de Primera Instancia en San Juan.
“Lo que escucho es que estamos igual que el 6 de febrero. He escuchado que se han intercambiado propuestas escritas, pero no escucho en cuáles coinciden y en cuáles no”, sostuvo. “Las órdenes del Tribunal son para cumplirse sujeto a sanciones”, agregó.
Tanto Trelles como Quetglas reconocieron que hubo el intercambio de correos electrónicos, pero que no se reunieron el 14 de febrero para resolver las controversias antes de entrar a la sala.
Después de dos horas, los abogados regresaron ante Castro Callejo para informar de los avances. Quetglas detalló que hubo adelantos, pero que se reunirán nuevamente el miércoles para continuar las conversaciones. Castro Callejo acogió los acuerdos y, además, le dio paso a la solicitud de Quetglas en cuanto a la presentación de dos testigos (Elí Sepúlveda y Juan Guerrero) que son empleados de Banco Popular.
Trelles cuestionó las pertinencias de ambos individuos y que sus presencias no son necesarias en las vistas reclamando que sus deposiciones son suficientes. Sepúlveda fue la persona que trabajó directamente con la aprobación de una línea de crédito de $22 millones, mientras que Guerrero estuvo involucrado en la evaluación del colateral.

Por ello, el juez decidió a favor de la representación de Trinidad. Castro Callejo indicó que se debe proceder para informarles a Sepúlveda y Guerrero que deben comparecer a las vistas para ofrecer testimonios.
“Ellos han presentado que ahora no cuentan con las garantías por si en su día prevalecen la reclamación y el cobro. Surge del testimonio de estas personas que no consideraron más allá de los valores del colateral. Tratar de embargar los bienes a Trinidad es abusivo. La vista no va para ningún lado porque los argumentos carecen de méritos. Eso quedará evidente”, sostuvo Quetglas.
Las partes fueron citadas para el jueves a las 9:30 a.m.
“Tenemos la verdad. Han sido casi siete años, pero confío que todo será a nuestro favor”, dijo Trinidad al salir de la sala. “El juez fue severo, pero fue para ambas partes. Ellos (los abogados) son los que se tienen que poner de acuerdo. Las propuestas del banco son para abusar conmigo y mi padre”, continuó.
El pleito entre Banco Popular y Trinidad tiene como base que una serie de inversiones del púgil en la institución fracasaron por haber sido invertidas en fondos de Puerto Rico que hoy son chatarra. Los representantes del púgil han indicado que el personal que asesoraba a Trinidad le instó a tomar una línea de crédito contra sus activos para aumentar en la compra de esos fondos. Alegan que a la larga fueron consejos ofrecidos a sabiendas del gran riesgo que existía en esas inversiones.