“Macho” Camacho vive en los corazones de su familia y allegados
A un año del asesinato del ex púgil Héctor Camacho, su familia y allegados lo mantienen vivo en sus corazones y aún esperan por que se le haga justicia al cuatro veces campeón mundial.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 12 años.
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Un día como hoy, hace exactamente un año, la alegría que siempre acompañaba al ex púgil Héctor “Macho” Camacho fue apagada cuando el otrora campeón mundial fue baleado en Bayamón, el pueblo que irónicamente lo vio nacer.
El 20 de noviembre de 2012 el mundo del boxeo boricua, e internacional, se paralizó ante la tragedia que eventualmente le quitó la vida al cuatro veces monarca mundial cuando fue alcanzado por un tiro mientras era pasajero en un auto estacionado cerca del negocio Azuquita en el pueblo del chicharrón.
Los siguientes días luego de la balacera, que también le costó la vida al amigo de infancia del boxeador, Alberto Yamil Mojica Moreno, fueron muy fuertes para los familiares de Camacho, que por varios días aguardaron la esperanza de que éste saliera del coma al que había sido inducido.
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Sin embargo, el 24 de noviembre, la familia, luego de opiniones opuestas de la madre María Matías y su nieto Héctor “Machito” Camacho, tomó la dura decisión de desconectar a Camacho de las máquinas que lo mantenían con vida, lo que fue el final de uno de los boxeadores más queridos por el pueblo puertorriq ueño.
A un año de la muerte de Camacho, el caso aún no ha sido esclarecido por la Policía, gestión que la familia espera que se dé en cualquier momento.
“Eso fue muy triste y penoso. Los que hicieron eso no sabían que Macho iba en ese carro, que tenía los cristales oscuros, y que el problema era con la persona que estaba con el Macho”, dijo Ismael Leandry, ex manejador de Camacho.
“Espero que ahora el nuevo superintendente (James Tuller Cintrón) tenga más suerte que (Héctor) Pesquera y dé con esta gente”, agregó Leandry.
“El pueblo, como lo quería tanto, quiere saber quiénes fueron las personas que hicieron eso”, dijo el amigo del ex titular superpluma, ligero y júnior wélter.
En su carácter personal, Leandry expresó que no guarda rencor con las personas que terminaron con la vida de Camacho.
“Por lo menos de parte mía, yo los perdono”, sostuvo.
Luego de certificada la muerte de Camacho, el velorio se inició en las instalaciones del Departamento de Recreación y Deportes en San Juan.
Muchos fueron a rendir tributo a Camacho, pero como fue la tónica de su vida, las controversias no lo dejaron en paz.
En Puerto Rico, discusiones familiares sobre donde iba ser el entierro, peleas entre ex parejas, hasta desacuerdos entre funerarias, fueron algunos de los tristes capítulos que mancharon la despedida de Camacho.
Las controversias siguieron hasta Nueva York, última morada de Camacho y lugar donde también lo velaron, cuando el día de su entierro, Matías y su nieto Christian se enfrascaron en una acalorada discusión que manchó la despedida física del creador de frases como It's Macho Time y Segudo.
La partida inesperada de Camacho tocó de manera muy fuerte a su familia y allegados, quienes llevan su recuerdo muy presente a un año de su partida.
Anoche, la familia tenía planificada una misa en honor a Camacho en Nueva York.
“María ha sentido mucho el asesinato (de su hijo). Sabe que Camacho valoraba a su mamá. Macho era el tren que movía la familia”, dijo Leandry, quien mantiene comunicación constante con la familia del ex púgil.
De hecho, para el propio Leandry el recuerdo de Camacho sigue presente, como si nunca se hubiese ido del plano terrenal.
“En la casa mía, para donde quiera que me muevo, lo que veo es una foto de Camacho. Para mí, Macho no está muerto, está vivo”, señaló con firmeza.