A juicio del múltiple campeón mundial Miguel Cotto, las opciones para impedir las fatalidades similares a las de Maxim Dadashev y Hugo Santillán son limitadas. De hecho, entiende que los entrenadores cargan con un mayor peso para velar por el bienestar de los boxeadores.

Dadashev y Santillán son los más recientes ejemplos de las consecuencias del boxeo rentado. Ambos fallecieron el pasado julio luego de sufrir lesiones cerebrales por los golpes que recibieron en sus respectivos combates.

“Es difícil pensar en una solución. Cuando uno o el grupo asume una próxima pelea, se entiende todos estarán en condiciones de pelear. Ya sea por la pérdida de peso sucesiva o no organizada, existen factores que pueden influir en estos tipos de decesos”, señaló.

Cotto señaló que el mayor daño físico al que se exponen los púgiles ocurre fuera de las reyertas.

“El grosor de los golpes que recibe un boxeador ocurre en las sesiones de entrenamiento. Son tres o cuatro sesiones de guantes por semana durante ocho semanas, mientras que la pelea es un día. Es obligación del entrenador ver y entender si el boxeador recibió castigo excesivo durante un guanteo, lo debe aguantar uno o dos días para su beneficio. Es el ojo del entrenador el que debe estar atento a eso”, explicó Cotto.

Cotto reclamó que las personas cercanas al boxeador se les debe requerir que ordenen exámenes médicos rigurosos antes y después de los combates para verificar que el atleta no haya sufrido daños.

“Como son obligatorias unas pruebas médicas de cara a cada pelea, debería existir algún tipo de regulación para que sea algo obligatorio post pelea. Todas las comisiones dentro de Estados Unidos tienen sus requisitos para antes de cada pelea para indicarle que está en condiciones para pelear. Si el boxeador no las cumple, no se le permitirá boxear. Dicho eso, debe hacer algún reglamento para que pruebas como MRI o CT Scan las hagan postpeleas”, dijo.

Cotto, por otro lado, afirmó que Subriel Matías no debe sentir remordimientos por la muerte de Dadashev.

“No estuvo en sus manos. Las cosas no salieron como esperaba y eso pesa, pero Subriel hizo su trabajo. Estamos en un deporte muy cruel que es hacerle daño el oponente para obtener una victoria y creo que Subriel no debe sentir culpa alguna”, concluyó.