Mikey García no es quien para menospreciar a Román Martínez.

Por ello, reconoce que deberá estar en su mejor condición para cuando enfrente al puertorriqueño este sábado en un combate titular.

“Todas las peleas son importantes y las trato con mucho respeto. Rocky es un gran boxeador que pelea y, además, sabe moverse en el ring y aguanta”, indicó García ayer por vía telefónica desde Corpus Christi, escenario del pleito por la faja júnior ligero de la OMB.

Como parte de los cambios que adoptó García de cara al compromiso con Martínez, contrató los servicios de Alex Ariza, conocido por su trabajo con el filipino Manny Pacquiao.

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“Físicamente estoy más grande, tengo más corpulencia, pero no he perdido nada de la velocidad de manos. Creo que subir de peso (130 libras) me beneficia en el sentido de que no me tengo que sacrificar demasiado. Entiendo que mantengo la pegada, aunque hay que reconocer que de ahora en adelante me estaré enfrentando a boxeadores más grandes y de mayor pegada a lo que hay en las divisiones más bajas”, explicó García.

El púgil mexicano no le teme al haber perdido algo de la pegada que demostró cuando militaba en las 126 libras.

“Por el momento la siento igual. Lo cierto es que Rocky es más grande y veré el sábado cómo me va. Todas las peleas tiene sus riesgos y sus beneficios, pero le doy la bienvenida. Mi meta es seguir invicto para continuar peleando por títulos mundiales”, sostuvo García a Primera Hora.

En su pasado compromiso, García venció al también puertorriqueño Juan Manuel “Juanma” López por nocaut técnico en cuatro asaltos.

En esa ocasión, no pudo marcar las 126 libras y tuvo que ceder la faja de la OMB debido a esa falla.