Desde hace ocho meses, Henry ‘Moncho’ Lebrón comenzó, junto a su pareja, uno de los retos más complejos que enfrentará: ser un padre primerizo.

Uno de esos desafíos podría ser tratar de desalentar a su hijo Milán, si este opta por intentar seguir sus pasos como boxeador. Si se deja llevar por un corto vídeo que el propio Lebrón publicó en las redes sociales, de su hijo pegándole a una pera, Lebrón podría ya tener la mitad del camino perdida pues Milán la pega de forma muy natural.

“No me gustaría. Puede ser que le guste, pero prefiero que estudie. Cojo los puños para que no tenga que inclinarse por el boxeo”, compartió Lebrón desde su residencia en Aguadilla.

No me gustaría. Puede ser que le guste, pero prefiero que estudie. Cojo los puños para que no tenga que inclinarse por el boxeo

-Henry Lebrón

El invicto púgil zurdo dice que se disfruta la actual etapa de su retoño, consciente que en el futuro tendrá que pasar extensos periodos alejado, mientras se prepara para un compromisos en el ring.

“Cuando recibí la noticia de que sería papá, enseguida sentí que tendría una responsabildad grande. Estaba contento, pero a la misma vez preocupado por la cosas que pasan. Me encantan los niños. Las primeras semanas fueron las más complicadas porque al ser primerizo uno no sabe. Después me acoplé bastante rápido y Milán se ajustó a mí. Me lo estoy aprovechando al máximo porque el tiempo pasa rápido”, afirmó.

El domicilio Lebrón no estuvo exento de los estragos y miedos que han acompañado la pandemia del COVID-19.

“A principios se me hizo difícil. Cuando salía tenía que llegar y tomar todas las precauciones posibles. Me provocó mucha ansiedad en las primeras semanas, y cuando veía algo extraña en el nene me preocupaba porque no queríamos tener que ir a un hospital”, recordó.

Lebrón ha encontrado el balance perfecto para seguir con su carrera en el boxeo rentado.

“Buena comunicación con mi pareja. Ella entiende lo que tengo que hacer. Tengo que hacer mi trabajo y nos dividimos las cosas. No me quejo”, dijo.