Néstor Bravo está listo a dar ese paso que lo acercará a la ansiada oportunidad para disputar un campeonato mundial en las 140 libras. El púgil arecibeño confía que la pelea contra Adrian Yung por la vacante faja NABO de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) abrirá las puertas para entrar a las clasificaciones.

“Lo primero es lo primero. Lo importante es hacer mi trabajo para obtener ese título NABO que me colocaría entre los primeros 10 del mundo. De ahí en adelante será seguir escalando para que en el 2023 puedo retar por un título mundial”, señaló Bravo (20-0, 14 KO) al concluir una sesión de entrenamiento en el Monterrey Boxing Academy en Bayamón.

En las 140 libras, Bravo encontrará nombres como Teófimo López, José Ramírez, José ‘Sniper’ Pedraza y Richard Commey, entre otros.

La división está muy buena. Casi todos los que estaban en las 135 libras también han subido. Ya se me hacía difícil hacer las 135 libras y tomé la decisión de subir porque me siento más fuerte, así que sabemos que tengo el talento para ir contra cualquiera. Hay nombres buenísimos, pero tienen que contar conmigo”, destacó.

Para Bravo, el duelo contra Yung (27-7-3, 22 KO) marcará su primero desde diciembre de 2012 cuando noqueó a Vítor Jones en tres asaltos.

“Se suponía que peleara el pasado mayo, pero el oponente llegó pesado, no quiso perder libras y se cayó esa pelea. Me mantuve entrenando, apareció esta oportunidad y dije que sí rápido. Sé que Yung es un gran oponente, peor estaré preparado para cualquier cosa que traiga”, dijo.

Bravo no expresó preocupación por los efectos que podrían surgir debido al extenso periodo de inactividad.

“Soy el tipo de boxeador que siempre está en el gimnasio ya sea guanteando, corriendo o trabajando el físico. La realidad es que no estaré mohoso. Hice una pelea en diciembre del 2021 con un buen rival, así que estoy preparado”, concluyó.