Nonito Donaire Jr. toma un segundo aire
El púgil filipino que peleará el viernes en San Juan se siente renovado y listo para reencarrilar su carrera.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 10 años.
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Desde que despuntaba como miembro de la Selección Nacional, Félix Verdejo está siguiendo la carrera del filipino Nonito Donaire Jr.
“Me gustaba mucho cómo peleaba. Su desplazamiento. Y cómo tira el gancho (de izquierda)”, recordó Verdejo ayer, mientras observaba a Donaire entrenar en el gimnasio Club Diamante, en Trujillo Alto.
El invicto contendiente boricua y el veterano excampeón filipino protagonizarán el cartel de este viernes en el coliseo Roberto Clemente de Hato Rey. Verdejo (18-0, 13 nocauts) es el estelarista, midiéndose al brasileño Josenilson Dos Santos (27-3, 17 nocauts). Donaire (35-3, 23 nocauts) es la antesala, chocando con el mexicano César Juárez (17-3, 13 nocauts).
Pero aunque Félix es la estrella del espectáculo del viernes, el boricua es respetuoso, amigable y deferente con su invitado. Lo deja entrenar primero en el Club Diamante -su “cancha local”- observándolo mientras espera su turno para ejercitarse.
“Es tremendo tipo, una dama”, dijo Félix de Donaire.
La opinión del “Filipino Flash” sobre su joven anfitrión boxístico fue igual de positiva.
“Félix es muy buen peleador. Emocionante. Y es muy buena persona, humilde, sonriente. Eso es la clave, tener esa humildad, ese agradecimiento con el público”, dijo Donaire Jr. sobre Verdejo. “Es muy importante ser humilde y agradecido en la vida”.
Donaire en ocasiones sonó más como monje zen o filósofo motivacional que como pugilista profesional. El filipino de ayer era muy distinto al que hace unos años el joven aficionado Verdejo seguía por televisión, ese torbellino de puños que atropellaba a la oposición. Cuando Donaire noqueó aparatosamente a los campeones Fernando Montiel y Vic Darchinyan (2007), Fernando Montiel (2011) y Jorge Arce (2012), el filipino estaba en la cima del boxeo. Era considerado el próximo Manny Pacquiao, una superestrella con dinamita en los puños.
Su vida ha cambiado mucho desde entonces. Sobre el ring, sufrió dos derrotas. Primero, Guillermo Rigondeaux lo “paseó” por 12 asaltos en un choque unificatorio en las 122 libras en 2013. Luego, el 18 de octubre de 2014, en su primera defensa como campeón 126 libras, Nicholas Walters lo noqueó en seis asaltos.
Ambos reveses le restaron mucho lustre a su estrella. Pero en el lado positivo, durante ese espacio de tiempo tuvo dos hijos con su esposa Rachel y se concilió con su homónimo padre, que fue su primer entrenador y quien está de regreso en su esquina.
Ahora Donaire también medita antes de entrenar y escucha charlas motivacionales mientras entrena.
Su esposa Rachel, quien está muy involucrada en su carrera, indicó que la paternidad y las derrotas en parte lo ayudaron a reenfocarse y a entrenar con verdadera disciplina y compromiso, algo que en el pasado no hacía.
“Nonito subía mucho de peso entre peleas, y entonces cuando entrenaba lo hacía para dar el peso y no para prepararse técnica y estratégicamente”, dijo Rachel ayer. “Siempre se recostaba de su talento y él es muy talentoso. Pero el talento solo te lleva hasta cierto punto. Necesitas disciplina para sacarle el 100 por ciento de provecho a tus habilidades”.
Rachel relató que tras el nacimiento de su segundo hijo hace seis meses, tuvieron una plática y su esposo decidió a cambiar su estilo de vida.
“Antes comía mucho lechón, pero ahora tiene una dieta saludable. Come pollo. Y ensalada, que antes ni la tocaba. Ahora le gusta mucho”, explicó Rachel. “Y es muy responsable con sus entrenamientos”.
Algo que no ha cambiado en Donaire es su personalidad amable y amistosa. Ayer bromeó con Félix, con los medios de prensa y se mostró accesible y relajado, igual que cuando peleó por primera vez en la Isla. El 10 de julio de 2010, Donaire noqueó en ocho asaltos a Hernán Márquez en el Coliseo de Puerto Rico.
“Estoy bien agradecido con Félix y con Team Diamante por abrirme las puertas de su gimnasio. Han sido muy amables conmigo”, dijo Donaire ayer.
Más tarde, mientras bromeaba con Verdejo ante las cámaras, Nonito abrazó a Félix y dijo, en español: “Mi hermano puertorriqueño”.