Manatí. Liam Paro utilizó todas las artimañas dentro de su arsenal para vencer por decisión unánime al puertorriqueño Subriel Matías para de esa forma conquistar el cinturón de la Federación Internacional de Boxeo (FIB), versión de las 140 libras, en el pleito estelar de la cartelera ante casa llena en el Coliseo Juan Aubín Cruz.

Dos de los jueces vieron ganar al australiano 115-112, mientras que el tercer lo favoreció 116-111.

El retador presentó una estrategia de neutralizar la pegada de Matías iniciando la ofensiva y, a su vez, agarrar cuando los púgiles estaban en el cuerpo a cuerpo. Paro comenzó con tímidos jabs que encontraron los guantes de Matías. En ocasiones atacó el cuerpo, pero sin muchos efectos. Matías a penas tiró.

En el segundo, Paro continuó con el mismo plan. Matías tomó su tiempo, esperando el momento adecuado para soltar las manos, pero Paro se lo puso difícil. Matías conectó un gancho de izquierda al cuerpo de Paro que lo hizo retroceder.

Un upper cut de izquierda de Matías encontró el blanco, sin embargo, Paro no dejó de tirar golpes para mantener al local a la defensiva.

Matías conectó una larga zurda al rostro de Paro y cerró con una corta derecha que sacudió la cabeza de Paro.

Mientras Matías perseguía en un intento por arrinconar a su rival contra las sogas, pero Paro se escapó. Al regresar a su esquina, Paro respiró profundo buscando aire ante la elevada cantidad de golpes que tiró en los primeros cuatro episodios.

Paro se presentó como un blanco difícil, con movimientos de cintura. Matías presionó, pero no pudo atrapar a Paro. Matías le sacó provecho a la pelea a corta distancia.

Para el sexto asalto Matías salió agresivo tratando de hacer la pelea a corta distancia para imponer su fortaleza y pegada. Paro, sin embargo, aprovechó el movimiento de piernas para escapar. Otro upper cut al cuerpo frenó a Paro y Matías olía sangre en el agua.

En el séptimo, Paro fue penalizado por el referí Luis Pabón con la resta de un punto por un golpe en la nuca. Paro presentó sañales de que perdía fuerzas y velocidad, pero no dejó de tirar.

Paro demostró corazón y agallas intercambiado con Matías en el centro del ring, pero no flaqueó. Sus golpes no hicieron tanto daño, aunque acumuló puntos ante los ojos de los jueces.

Al salir de la esquina para el último episodio, Matías dio señales de que necesitaba de un nocaut para retener la faja. Sin embargo, no llegó. Paro no dejó de castigar a Matías hasta el campanazo final.

“Fue una humillación en mi casa”, reaccionó Matías después del resultado. “(Paro) hizo lo que tenía que hacer, me ganó. Las excusas son para los perdedores, simplemente me superó”, agregó.

Matías sostuvo que todavía mantiene la intención de enfrentar a Teofimo López y a Regis Prograis en el futuro.

“Si fuera, un ejemplo, Prograis, saben la riña que tenemos. No sería por mi, sería un compromiso con Puerto Rico. Con Teofimo, ni se diga, a ese lo tengo apuntado en una libreta. Lo que deseo es irme con mi esposa y mis hijas para mi casa”.

El promotor Eddie Hearn no descartó de raíz una revancha entre Matías y Paro.

“Hay una mandatoria para el campeón, así que tenemos que ver si eso es posible. Pienso que a Subriel le gustaría la revancha, pero primero puede hacer una y después ir nuevamente por el campeonato”.

Matías, de hecho, estaría dispuesto viajar hacia Australia para medir fuerzas nuevamente con Paro.

“Si hay que ir a Australia, iré y lo voy a noquear”, afirmó.

Paro no acudió a la conferencia de prensa postpelea debido a que fue llevado a un hospital para que le drenaran un oído.