El filipino Manny Pacquiao ha suavizado su postura en cuanto a las pruebas de sangre que exige Floyd Mayweather, Jr., para que los dos mejores boxeadores del mundo finalmente se enfrenten.

Pacquiao y Mayweather, Jr. tenían en agenda pelear en marzo pasado, pero un impase durante las negociaciones en cuanto al límite de días previo al combate para tomar las muestras de sangre llevó a que cada uno hacia caminos distintos. Mientras Pacquiao dominó con relativa facilidad a Joshua Clottey el 13 de marzo, Mayweather, Jr., obtuvo una clara decisión unánime sobre Shane Mosley.

“Para mí, siempre que el análisis de drogas no se haga cerca de la pelea, lo aceptaré. Porque si me sacan sangre poco antes de la pelea, sería una desventaja para mí porque soy más pequeño y él (Mayweather) es grande”, dijo a una estación de radio en Manila tras el combate del sábado de Mayweather.

Asimismo, en su página oficial de Internet, Pacquiao comentó que está en la mejor disposición de mejorar el futuro del boxeo.

"No deseo ver a nadie hacer trampa o tratar de engañar el deporte. Por esa razón, estoy dispuesto a considerar ser sometido a las pruebas de sangre 14 días antes de la pelea, mientras mi oponente haga lo mismo y que no sea mucha sangre. Sólo lo suficiente para la prueba", citan a Pacquiao en su página cibernética.

Sin embargo, su promotor Bob Arum no parece inclinado a negociar los términos con los representantes de Mayweather, Jr.

“No voy a perder horas de sueño por esto”, dijo Arum el domingo a Prensa Asociada. “Lo que me preocupa ahora es que Manny gane la elección (en Manila). Si la pelea no sucede, no sucede. No vamos a dejar que nos impongan condiciones”.

Pacquiao está en campaña por una silla en el Congreso filipino. Las elecciones están pautadas para el 10 de mayo.

El duelo Mayweather-Pacquiao podría superar la marca de todos los tiempos en ventas de pay per view (2.45 millones) que estableció Mayweather cuando derrotó a Oscar de la Hoya en mayo de 2007.