En el 2020, Subriel Matías necesitaba avanzar uno o dos pasos antes de disputar un campeonato mundial en las 140 libras. Lo primero que se requería de él era vencer a Petros Ananyan, un rival que en aquel momento tenía un récord 14-2-2.

Sin embargo, Matías sufrió una inesperada derrota por decisión unánime ante Ananyan, resultado que frenó su avance y lo dejó en un limbo dentro de la división. El púgil reconoce sus infracciones y asegura que quedaron en el pasado.

Cuando fui para Las Vegas para esa pelea, me monté al avión arrebatado. Estaba fumando demasiada marihuana y bebiendo”, admitió Matías (10-1, 19 KO).

Desde entonces, Matías ha despachado a cada uno de sus siguientes cuatro oponentes antes del límite, incluyendo el desquite ante Ananyan y un nocaut técnico de Jeremías Ponce el pasado febrero para conquistar la faja de la Federación Internacional de Boxeo (FIB).

El próximo 25 de noviembre, Matías estará nuevamente en Las Vegas, Nevada, para un compromiso con mayores implicaciones. El puertorriqueño arriesgará el cinturón júnior wélter ante el uzbeco Shohjahon Ergashev en el evento que tendrá como escenario el Michelob Ultra Arena y transmitido en directo por Showtime ‘pay per view’.

“Me están dando la oportunidad de volver a Las Vegas para arreglar el error del 2020. En esta ocasión voy en un 300% y lo demostraré el 25 de noviembre”, afirmó Matías (19-1, 19 KO).

El púgil insistió que Ergashev representa un obstáculo en su camino rumbo a unificar los títulos de la división. No obstante, reconoció que son los otros campeones los que también deben dar un paso adelante para determinar quién es el mejor en las 140 libras.

Que mis compañeros no me mencionen, dice que estoy haciendo las cosas bien. Tengo algo que ellos quieren y que no me mencionen, dice mucho. Quizás me puedo considerar el mejor de las 140 libras, pero me gustaría demostrarlo y si este (Ergashev) es un escalón, le pasaré por encima”, concluyó Matías.