La investigación que el gobierno de Virginia hizo en torno a la pelea entre Prichard Colón y Terrell Williams ocurrida en ese estado el 17 de octubre pasado y tras la cual el púgil boricua cayó en coma, no tenía poder para sancionar a los oficiales involucrados en el combate.

Así lo admitió un portavoz estatal, de acuerdo a una noticia publicada este jueves por la versión digital de la revista The Ring.

De acuerdo al artículo, la portavoz del Departamento estatal de Regulación Profesional y Ocupacional de Virginia, Mary Broz Vaughan, dijo que dicho ente no tenía potestad para sancionar de ninguna manera a los médicos ni al árbitro que trabajaron en el evento, ya que los poderes de dicho organismo no le permiten sancionar, multar, suspender ni recomendar dichos castigos a las personas involucradas en el evento. 

El Departamento estatal de Regulación Profesional y Ocupacional de Virginia supervisa las labores oficiales en las carteleras debido a que dicho estado no tiene una comisión de boxeo como tal.

“Nuestro alcance no llega hasta eso”, dijo Vaughan, según The Ring (Ringtv.craveonline.com). “No hay nada que suspender. No hay licencias que nosotros podamos suspender. El Departamento no tiene ninguna jurisdicción sobre ellos (el árbitro y los médicos), así que ellos no tenían que responder a ningunas violaciones reglamentarias”.

El ente gubernamental recientemente publicó un  informe de 10 páginas en el que absolvió al réferi de la pelea, Joseph Cooper, y al médico contratado para trabajar en la pelea, Richard Ashby, de haber fallado a sus deberes durante la pelea, que estuvo llena de faltas y en la que a Colón se le permitió seguir peleando incluso luego de informarle al médico que se sentía mareado tras recibir varios golpes ilegales a la nuca.